Muchas personas sueñan con tener su propia empresa, iniciar en el mundo del emprendimiento y construir grandes marcas que sean reconocidas en todo el mundo. Sin embargo, durante el proceso de planeación y desarrollo del proyecto, suele pasarse por alto la consideración de un salario que merecemos como dueños de la empresa.

Al comienzo de un emprendimiento, los presupuestos suelen contemplar los gastos que demanda el negocio: materia prima, producción, servicios, impuestos, arriendos, etc. Sin embargo, si no incluimos un valor estimado de nuestro sueldo, con el tiempo puede que haya huecos en los que las ganancias no logren suplir la totalidad de los gastos y se frene el desarrollo de la empresa o se afecte nuestra calidad de vida.

Es importante recordar que una de las partes fundamentales para el éxito del emprendedor es dividir las finanzas de la empresa de las finanzas personales, ya que son dos mundos totalmente diferentes que es mejor tener separados. Es por eso, que la idea de que las ganancias de la empresa son también las ganancias del dueño, es algo que debemos reformular y empezar a organizar desde etapas tempranas de la creación de nuestro emprendimiento.

Para llegar a un valor óptimo podemos optar por dos caminos. El primero es regirnos por lo estipulado por la ley como un Salario Mínimo o teniendo como referente otros sueldos que tienen personas con tareas similares a las nuestras. Sin embargo, estas tasas fijas pueden no corresponder a nuestras necesidades o exceder la capacidad de nuestra empresa, dificultando el proceso de desarrollo. En segundo lugar, podemos optar por construirlo desde cero por medio de unos presupuestos acordes a los gastos y las ganancias.

Para elaborar estos presupuestos e identificar un rango de salario esperado, debemos formularnos por lo menos tres preguntas que nos ayudarán, no solo a saber cuánto dinero necesitamos, sino a proyectar un equilibrio y crecimiento para la empresa: ¿Cuánto necesito para mi diario vivir? ¿Cuánto dinero dispone mi empresa? ¿Cuánto me gustaría ganar?

Preguntarnos por cuánto necesitamos para vivir es el punto de partida para empezar a construir nuestro salario como dueños de un emprendimiento e incluirlo en el presupuesto empresarial. Partiendo de que debemos suplir las necesidades básicas como seres humanos, podemos tener el monto de cuánto dinero debemos disponer para poder cumplir con los gastos de cada mes.

En este presupuesto personal, es indispensable que inicialmente incluyamos temas como la vivienda, la comida, gastos familiares, salud y un porcentaje de ahorro que contemple algún extra inesperado. A partir de esa sumatoria, podemos determinar un valor mínimo y ajustado que necesitamos para mantenernos a nosotros y a nuestra familia. No olvidemos que en algunos países puede que existan gastos extra dictados por la ley como aportes de pensión o seguros laborales. Adicionalmente, debemos contar con la contabilidad de la empresa con los ingresos, egresos y utilidades mensuales.

Una vez se tengan en consideración ambos presupuestos, es momento de ver si lo que genera el emprendimiento puede soportar este sueldo inicial. En caso de que las ganancias de la empresa no puedan ofrecer tal valor, es necesario hacer ajustes que nos permitan llegar a un punto de equilibrio en el que los gastos más urgentes sean resueltos, y aún podamos incluir un porcentaje para eventualidades. Recordemos que los primeros meses de un emprendimiento, no suele haber grandes utilidades, pues aún se está construyendo una base de clientes, recuperando los gastos de la inversión inicial y creándose un lugar en el mercado.

Si bien este salario básico que hemos construido puede no ser el que esperábamos, en ocasiones, el escenario puede ser distinto y presentar muy buenas ganancias, por lo que además de tener un valor acorde al presupuesto personal básico, podemos ir incluyendo algunos gastos extra que nos pueden ayudar a mejorar nuestro estilo de vida, tales como ocio, ahorro o inversión.

Sin embargo, aunque hayamos conseguido un sueldo funcional, debemos preguntarnos cuánto queremos ganar en el futuro y plantearnos objetivos graduales, y así empezar a buscar estrategias de negocios, mejorar los procesos empresariales, ampliar nuestra base de clientes, etc. para que nuestro emprendimiento crezca con el tiempo y cumplir con la meta que deseamos cumplir con un salario mucho más integral y cómodo para las finanzas personales y empresariales.

El mundo de los negocios es muy diverso y cambiante, razón por la que es importante hacer este cálculo por lo menos cada 6 meses, para evaluar si realmente el valor que tenemos es el correcto o si por el contrario necesitamos hacer cambios para acomodar nuestras finanzas al contexto en el que nos encontremos. Aunque el proceso puede ser algo complejo y lleno de incertidumbres, lo más recomendable siempre será contar con un asesoramiento de expertos que nos ayuden a construir los presupuestos de forma adecuada, cumpliendo con todos los lineamientos legales y técnicos, para encontrar ese punto de equilibrio tan importante para el camino del emprendedor.