Es relevante decir que ningún medio está obligado a publicar las entrevistas que surgen de manera orgánica (no pagadas); dependerá de la calidad de los contenidos, de los espacios y la agenda del medio, entre otros factores.
Toma en cuenta que una entrevista es una oportunidad para transmitir a tu público objetivo los mensajes que te interesan, por lo que es importante determinar cuáles son los mensajes clave y tratar de transmitirlas lo mejor posible. No se trata de dar respuestas desligadas de las preguntas: hay que buscar el momento oportuno para incluir cada mensaje.
Comparto algunos consejos que pueden ser de utilidad:
Conoce a la audiencia a la que va dirigida el medio, ya que ellos serán el público que te leerá, verá o escuchará.
Observa y escucha y con atención al entrevistador.
Evita los tecnicismos. El público busca soluciones útiles, explicaciones interesantes y claras. Ponte en el lugar de alguien que te escucha desde afuera y no sabe nada de ti, ni de tu marca, ni de tu empresa.
Actúa con naturalidad, no intentes parecer lo que no eres porque se va a notar; ofrecer una imagen de naturalidad y cercanía no implica dejar de parecer profesional, al contrario, se transmite mucha más confianza al hablar con cierta espontaneidad que al recitar textos memorizados.
Aprovecha la entonación de tu voz para evitar que se escuche monótono; te ayudará a proyectar una imagen de seguridad y control sobre lo que dices.
Utiliza el movimiento de las manos sin exageración para disminuir el nerviosismo.
Es mejor ofrecer pocas ideas, pero claras y comprensibles, que muchas y revueltas. Serás mucho más efectivo si vas al grano. Ten en cuenta que nuestra capacidad de prestar atención es limitada: habla claro y no aburras a tu audiencia para evitar que se desconecten.
Prepara con antelación respuestas complicadas; evidentemente una entrevista no es una ciencia exacta y no es imposible prever todas las cuestiones posibles, porque algunas de ellas pueden estar sujetas a lo que sucede en el momento, pero no está de más tener en mente cuáles son los distintos posibles escenarios. Para ello puedes preparar de antemano un posible cuestionario e identificar las ideas clave que hay que emplear a la hora de responder cada una de las preguntas.
Dar datos duros es de valor; una afirmación apoyada con datos es mucho más creíble y ofrece más información que una valoración sin más respaldo. No es lo mismo decir “queremos aumentar nuestras exportaciones” que “vamos a aumentar nuestras exportaciones en un 30%”. Lógicamente, es imprescindible que los datos que ofrezcas sean consistentes.
Contar historias; usar metáforas, parábolas o ejemplos comprensibles y atractivos es una manera muy efectiva de transmitir contenidos. Las historias de éxito y testimoniales de terceros funcionan muy bien.
Por último, evita entrar en temas controversiales que generen polémica y que no aportan nada al público, al entrevistador y al entrevistado.