¿Cómo te ves dentro de 10 años? ¿En el mismo puesto que hoy ocupas, trabajando por tu cuenta como freelance o dirigiendo una empresa? Cualquiera de las tres posturas son válidas y corresponden a nuestra manera de ver la vida laboral y personal. No todos tenemos los mismos objetivos, pero es claro que hay ciertas personalidades a las que les atrae el cargar sobre sus hombros mayores responsabilidades que a otros. Esas personas son las que desean llegar a ser líderes o CEO en algún momento de sus vidas. Y aquí hay una serie de consejos valiosos para que los apliquen mientras llegan a ese lugar o para cuando hayan logrado su meta.
Entiende la cultura del lugar que diriges
Toda empresa es un universo regido por valores propios y una historia que le ha dado una identidad. Saber dónde estás parado es esencial para saber liderar una empresa o negocio. Conoce a la perfección la esencia del lugar que aspiras dirigir, pues ello te permitirá entender el tipo de decisiones que vas a tomar y la manera en que puedes afectar o beneficiar dicho sitio.
Entiende que trabajas con personas, no con recursos
Ser líder es estar al frente de un grupo humano que antes que ser piezas de una empresa son personas con miedos, alegrías, sueños y desafíos. Entenderlo te hará ser un líder más sensible y cercano a la gente. Toma en cuenta que nadie desea ser dirigido por una persona distante que se fija más en los objetivos de una empresa que en la manera en que las personas se sienten dentro de una organización.
Prepárate para las crisis
Los líderes deben ser los primeros en sacar la cara por la empresa que dirigen. Tener esto en mente te hará más propenso a saber reaccionar cuando ocurra una situación delicada. Toda empresa enfrenta crisis en algún momento y los CEO deben estar listos para sostener una postura, manejar las preocupaciones de los colaboradores y jugar de manera estratégica para salir adelante. El equilibro de un líder en estas situaciones debe ser latente y su principal fortaleza para sortear el obstáculo.
Trabaja tu tolerancia a la frustración
Es un punto esencial. Como líder o CEO de una marca deberás enfrentarte a muchas satisfacciones pero también a un cúmulo de tragos amargos. Y entre más rápido sepas darle la vuelta a la página, estarás mejor preparado para los siguientes desafíos. No es sencillo lograr que una derrota no te lastime. Pero debes tener un filtro emocional que sepa digerir de la mejor manera estos sinsabores.
Jamás pierdas la costumbre de aprender
Antes de que seas CEO y una vez que has llegado a ocupar el puesto, recuerda que el aprendizaje puede ser tu gran fortaleza. Jamás dejes de sentir curiosidad por lo que pasa dentro y fiera de tu empresa. Domina la mayor cantidad de tecnología que puedas. Lee tantos libros como si mañana el mundo se fuera a terminar. Conócete a ti mismo y a los demás para que sepas la manera en que tus decisiones pueden repercutir para bien o para mal. El aprendizaje para un líder es un arma invencible.
Rodéate de los mejores (incluso, que sean mejores que tú)
¿Sabes cómo es que un líder logra destacar y tomar las mejores decisiones? En buena parte es gracias a las personas de las que se rodea. Cuando conformas un equipo de mujeres y hombres con todas las facultades para hacer de lo ordinario algo extraordinario es más sencillo que los desafíos se sorteen de la mejor manera.
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