En el terreno del marketing y la publicidad existe una íntima relación con las marcas y todas las acciones que estas realizan para generar, distribuir y comercializar sus productos. Dos de los grandes enemigos de esto son el plagio y la piratería.
¿Qué es el plagio?
Representa la copia total o parcial de los elementos que componen alguna obra creativa para investirse como autor de ella sin que sea verdad.
La actividad creativa requiere la elaboración de piezas surgidas de la imaginación y bajo ninguna circunstancia pueden darse cabida al plagio. Sigue las recomendaciones para evitarlo.
- ¿No eres autor? No digas que lo eres
Te puedes inspirar en el trabajo de otros autores y te ayudará a mejorar tus propias habilidades y aprender, pero ello no implica que puedas decir que eres el autor original.
- La inspiración es el seguro contra el plagio
Si te basas en el trabajo de otros autores potenciarás tus alcances creativos, pero será tu propia inspiración la que garantizará la autenticidad de tu trabajo. - Conoce y reconoce tus influencias
Si estás inmerso en la creatividad y en las técnicas de tu especialidad creativa sabrás reconocer de dónde viene cada una de tus influencias.
- Evitar el plagio a conciencia
Conoce tus propios alcances y aptitudes, así, cuando generes tus propias creaciones sabrás cómo diferenciarte lo suficiente para evitar caer en el plagio.
- Copiar no es imitar ni mucho menos inspirarse
Copiar es sinónimo de reproducción idéntica -o casi- de un original, mientras que inspirarse es retomar lo mejor de una obra con los propios recursos creativos personales.
6. Imitarte a ti mismo puede impulsarte a crecer
¿Qué tal si vuelves realizar un proyecto que habías generado tiempo atrás? Reencontrate con tu propia obra te ayudará a entender qué tanto han crecido tus alcances creativos.
Por su parte, la piratería se puede definir como la reproducción y distribución de copias de obras que se encuentran protegidas por la propiedad industrial y derechos de autor Con el objetivo de lucrar con ellas.
Se puede comprender, al menos en nuestro país, como el resultado de crisis recurrentes porque para el consumidores es más fácil comprar un producto apócrifo que uno original o simplemente es más barato.
Constituye un delito porque genera la comercialización de productos a costa de la ganancia de quienes los hacen de manera apócrifa, mientras que para sus autores no existe ganancia alguna.