La comunidad de lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersex (LGBTI) es un segmento poblacional que ha crecido bastante en los últimos años. Las empresas han volteado a ver este nicho, conocido como pink market o mercado rosa, con gran interés. Ya que sus hábitos de consumo representan un gran potencial económico.
Según analistas que han realizado estudios en Europa y Estados Unidos, el mercado rosa se caracteriza por tener hábitos de consumo más dirigidos hacia servicios premium y productos de lujo, en comparación con el consumidor heterosexual. El consumidor LGBTI gasta hasta 15 por ciento más.
Cabe mencionar que una parte de las personas que conforman esta comunidad, también pertenecen al mercado double income no kids (DINK) que representa a las parejas que no tienen hijos y ambos aportan ingresos al hogar, por lo tanto su poder adquisitivo es entre 10 y 15 por ciento más y su estilo de vida implica mayor inversión en actividades de recreación como visitar restaurantes caros, hoteles de lujo y comprar marcas de diseñador.
De acuerdo con estimaciones de la Federación Mexicana de Empresarios LGBT (FMELGBT) entre el 8 y el 12 por ciento de la población en México, pertenecen al mercado rosa. Pero no todas las empresas mexicanas han mostrado apertura hacia este sector poblacional. Si no hubiera discriminación y las políticas empresariales fueran más incluyentes, la comunidad LGBTI podría aportar un incremento de 4.6 por ciento al Producto Interno Bruto per cápita, de acuerdo con datos del INEGI analizados por la FMELGBT.