El punto de venta es trascendental en la relación entre el consumidor y la marca, al igual que el merchandising, que se podría definir como el conjunto de técnicas que se aplican en el punto de venta, para así motivar el acto de compra de la manera más rentable, tanto para el fabricante como para el distribuidor, satisfaciendo, de esta forma, las necesidades del consumidor.
Ambos, deben ser puntos cuidados a presentar al consumidor y por ello presentamos 3 tipos de merchandising en el punto de venta:
De atracción visual. Se trata del merchandising que tiene el objetivo de atraer clientes y se puede definir como uno de los elementos más importantes para la tienda, motivando a los consumidores para que compren los productos o servicios.
Por ello, es una de las formas más efectivas para aumentar la rentabilidad de tu establecimiento comercial o tienda. Estudios revelaron que el 35 por ciento de las adquisiciones se originan gracias a los impulsos por parte del consumidor, donde el 90 por ciento de este dato se debe al escaparate.
De seducción. Su objetivo es fidelizar a los clientes mediante el gran escenario que resulta el punto de venta, cargado de estímulos que buscan captar la atención del cliente, satisfacerlo y sorprenderlo.
Para lograr seducir a los consumidores es indispensable que de manera inconsciente, todo el ambiente formado por estanterías, paredes o mostradores, adecuados para la ocasión, junto con otros elementos como fragancias o colores, se dirijan hacia a el producto, de manera natural, y que logren inducir a su compra generando, previamente, una necesidad.
De gestión. Busca rentabilizar el espacio por medio de acciones administrativas relacionadas con la rentabilidad del local comercial y sus resultados financieros. Existen diversos tipos de merchadising de gestión como el de existencias o ambiente.