Anticiparse a la reacción del consumidor, a sus necesidades o a sus deseos, parece ser una buena acción que el marketing puede desarrollar para asegurar la preferencia del comprador y obtener importantes ganancias económicas.

A este concepto se le denomina marketing proactivo, que según Philip Kotler, teórico del marketing y la publicidad, forma parte de distintos niveles en los que el marketing va aumentando sus niveles de atención al consumidor.

Para ejemplificar estas etapas, Kotler describe un nivel básico, donde un vendedor se despide con cortesía de un cliente, un segundo nivel en donde se ofrece ayuda ante algún problema futuro que pudiera surgir; el tercer nivel consiste en llamarle y preguntarle si si encuentra satisfecho y el cuarto nivel, donde ya se desarrolla el marketing proactivo, es el resultado de llamarle periódicamente para conocer sus necesidades. Hay un quinto nivel en donde ya se logran establecer relaciones de sociedad.

El marketing proactivo necesita que se realicen acciones creativas de manera constante que sean capaces de anticiparse a las necesidades del consumidor, sin que los competidores puedan saber de tales acciones… por eso es que el marketing proactivo también es capaz de crear necesidades que antes no existían.

Como ejemplo se pueden mencionar las acciones de Apple, que con la generación de productos como iPod, iPhone o iPad lograron revolucionar el mercado de los dispositivos móviles.

Otros expertos del marketing, W. Chan Kim y Renée Mauborgne, han asegurado que “la única manera de vencer a la competencia es dejar de tratar de vencerla”. Interesante precepto que se puede lograr a través de la creación de proyectos originales a través del marketing proactivo.

Entre las ventajas del marketing proactivo se pueden mencionar las siguientes.

• Fidelización del consumidor, que al verse sorprendido por un lanzamiento o ser arropado por atención de calidad, es capaz de generar afecto y asegurar relaciones de largo plazo con una marca y sus productos
• Aseguramiento de valores agregados para el consumidor surgidas de estrategias dinámicas e inovadoras por parte de las marcas y sus equipos creativos.
• Atracción de consumidores que no son clientes gracias a las acciones realizadas.
• Vencimiento de la competencia por el simple hecho de anticiparse a lo que pudieran desarrollar.
• Establecimiento de nuevos valores comerciales capaces de consolidar liderazgo dentro del sector en que la marca y sus productos están insertos.