Uno de los indicadores de que estás fallando en la productividad es que te quedes más horas de las que establece el lapso laboral en una compañía.
Existen profesionales a quienes no les es suficiente el tiempo para realizar sus actividades profesionales, por ello, se han desarrollado técnicas cada vez más precisas contra la procastinación.
Una de ellas es la regla de los 2 minutos que beneficia la productividad en las empresas. Surgió a partir del método Getting Things Done (GTD) desarrollado por David Allen, que sugiere crear listas de tareas específicas para cada contexto.
Si bien es positivo planear actividades, resulta más efectivo hacerlas. Por ello, la regla de los 2 minutos se enfoca en hacer las actividades de la lista, en lugar de planearlas y se divide en dos fases:
FASE 1. Si algo te toma menos de 2 minutos ¡hazlo! Así de sencillo, en lugar de tardarte minutos en hacer una lista, simplemente hay que terminar con las actividades fáciles.
Entre estas actividades están: hacer llamadas pendientes, responder correos electrónicos, confirmar citas, etcétera.
FASE 2. Se trata de construir nuevos hábitos que tarden menos de dos minutos para realizarse. Por ejemplo, si se quiere aprender un nuevo idioma, la lección en una app dura menos de dos minutos; si se quiere ser mejor escritor, basta con escribir una frase diaria, esto impactará en la productividad positivamente.