En mercadotecnia existen diversas leyes que marcan el comportamiento de consumidores o marcas. Aquellas premisas que siempre aplican aún con el paso del tiempo y la evolución del mercado.
El libro “Las 22 leyes inmutables del marketing”, de Michael Newman, busca codificar las reglas universales que avalan las campañas publicitarias y de mercadotecnia del mundo, siendo cada ley expuesta por un gran gurú publicitario de fama mundial.
Las 22 leyes están constituidas por Del liderazgo, De la categoría, De la mente, De la percepción, De la concentración, De la escalera, De la dualidad, De lo opuesto, De la división, De la perspectiva, De extensión de línea, Del sacrificio, De los atributos, De la sinceridad, De la singularidad, De lo impredecible, Del éxito, Del fracaso, De la nota sensacionalista, De la aceleración y De los recursos.
Una de esas leyes fundamentales en mercadotecnia es la Ley de la Categoría. El principio de la Ley de la Categoría es fundamental: Si no se consigue ser el líder en un mercado, la mejor opción es crear uno nuevo en que la marca sí pueda serlo.
Recordemos que cuando un producto es nuevo en una categoría, procurando satisfacer una necesidad de los consumidores su índice de aceptación probablemente sea alto.
Diagnóstico
Una marca puede determinar si esta Ley es ideal para ella por medio de cuatro preguntas:
- ¿En qué soy mejor que mi competencia?
- ¿En qué cualidades o categorías soy top of mind?
- ¿Quién me considera líder?
- ¿En qué soy líder?
Esta Ley representa una oportunidad para el estratega sobre un camino que puede impulsar la marca. Gracias a esto es posible convertir un producto del montón en un ganador, basándose en la invención de una nueva categoría.
Es así como marcas como Coca-Cola o Apple llegaron a la cima, porque todos pueden ofrecer ser el mejor, pero pocos se concentran en algo más atractivo para los consumidores: lo novedoso.
Las firmas que lo han logrado, está en el top of mind de sus clientes y con ello tienen gran parte del éxito asegurado.