El pan de muerto es uno de los platillos tradicionales mexicanos que, sin duda, lo esperan con ansias los consumidores.

Y es que, de alguna manera, marca la llegada de una de las celebraciones más importantes para los mexicanos, el Día de Muertos, con la que se realiza un muy sentido homenaje a aquellas personas que, por alguna razón, ya no están en este plano de la existencia.

Pero ¿sabes cuál es la historia del pan de muerto? ¿cuál es su origen?

Según algunos historiadores, el origen del pan de muerto se remonta a los tiempos de los sacrificios humanos en la época precolombina; sin embargo, con la llegada de los españoles y su rechazo sobre este tipo de ceremonias o rituales, el concepto cambió y se comenzó a elaborar un pan de trigo con forma de corazón bañado en azúcar y pintado de rojo, haciendo referencia a la sangre de la doncella.

Aquí, hay que destacar que la tradición del pan de muerto tiene se centra más en el centro y el sur del país, siendo el Estado de Oaxaca donde se consume con una mayor variedad de formas.

De alguna forma, el pan de muerto refleja la mezcla de ambas culturas, el mundo prehispánico y el español: por un lado, festejar la muerte como algo más allá del plano existencial y el uso del trigo en el mundo católico europeo.

La forma circular del pan representa, simbólicamente, el ciclo de la vida y de la muerte; en la parte superior está colocado un pequeño círculo que simboliza un cráneo y las cuatro candelillas representan los huesos y las lágrimas de aquellos que dejaron este mundo.

Además, en estos tiempos de frío y de nostalgia por aquellos que ya se adelantaron, lo ideal para consumirlo es acompañado de un chocolate caliente, mientras disfrutas de la comodidad de tu hogar.

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