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El cigarro electrónico tuvo su origen en China en 2004.
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La Organización Mundial de la Salud, asegura que contienen sustancias tóxicas.
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Funciona con una batería que calienta un líquido y lo convierte en vapor.
Seguramente has visto a alguien con uno. Estás en un lugar cerrado y de pronto ves a una persona escupir humo, como si viniera de un pasado remoto y no le hubieran informado que ya está prohibido fumar en interiores. Pero el olor que despide no es de tabaco, ni se impregna por tanto tiempo. De hecho, si lo observas bien, en su mano tiene un artefacto raro que tal vez se parece a un cigarro, pero al mismo tiempo es como un aparato sacado de algún relato de ciencia ficción. En realidad se trata de un cigarro electrónico. Este artefacto que ha adquirido gran popularidad en años recientes, tuvo su origen en China en 2004 y cada vez tiene más usuarios. Funciona con una batería que calienta un líquido y lo convierte en vapor, tiene un cartucho recargable y hasta distintos sabores y aromas. Supuestamente esto tiene menos nicotina que un cigarro convencional.
El pensamiento general es que no es tan dañino como el humo que venden en cajetillas. Se sabe que el líquido de los cigarros electrónicos, o vape, como también se les conoce, tiene propilenglicol y glicerina vegetal y varias dosis de nicotina. Según la Organización Mundial de la Salud, el vapor que emiten no es tan “saludable” como se imaginaba, puesto que, además de lo antes mencionado, contiene formaldehído y otros químicos que pueden ser tóxicos y producir cáncer. De ser así, su uso entonces se reduce más a un gusto personal y como es una invención relativamente nueva, todavía no está tan satanizada como el resto de los productos de tabaco. Sea cual sea el caso, ahora hay muchas marcas de estos aparatos y estas son algunas de las más reconocidas y exitosas.
GeekVape
Nació en 2015 en China y su principal atractivo es la innovación tecnológica que ofrece, la cual supuestamente es superior a otras marcas. Algunos de sus modelos más populares son Aegis y Athena, así como tanques de alto rendimiento como Zeus y Ammit. Según dice en su sitio, su misión es “ser la más respetable compañía de vape en todas las partes del mundo”, con un compromiso por las necesidades de sus usuarios.
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Smok
Smok es una de las marcas más populares de estos aparatos. Quizá es la marca más conocida y tienen numerosos modelos en su catálogo. Se dice que algunos e sus modelos tienen mucha más potencia y son capaces de producir más vapor. Algunos de sus productos mejor vendidos son el Stick V8 Baby con su atomizador TFV8, que lo destaca de entre otras marcas.
Vaporesso
Esta marca tiene la ventaja de contar condueños muy compactos y avanzados. Uno de sus cigarros electrónicos más vendidos es el Veco Solo 1500mAh, que destaca por su pequeño tamaño y su bajo precio. El modelo mencionado es, además, fácil de usar y de darle mantenimiento, lo que lo hace bastante especial para muchos usuarios. La empresa fue creada en 2015, por la compañía Smoore.
Uwell
Su especialidad son los cigarrillos tipo bolígrafo. También fabrican sistemas de cápsulas, tanques y otros kits para quienes suelen inhalar vapor. Sus series Crown y Valyrian son las más reconocidas, de donde sale el famoso Uwell Crown, uno de los mejores en el mercado, según los expertos.
Blu
Esta marca es propiedad de Imperial Brands, Sus productos se venden en Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Italia y Rusia y tienen tanto opciones recargables, como desechables. Están los Blu Plus y los Blu Disposable y en 2018 lanzó MyBlu, con cápsulas pregargadas.