El endurecimiento de tensiones entre Israel y Palestina se ha convertido en un tema importante para los medios de todo el mundo. Entre la cantidad de civiles afectados así como lo supone para el desarrollo económico de dichos países, mucho se ha hablado de los efectos colaterales que este conflicto supone y ahora estas consecuencias parecen haber llegado de manera especial al interior de la filas de Google.
El gigante tecnológico ahora enfrenta una división interna entre sus empleados, quienes exigen que la marca fije postura ante el conflicto con apoyos encontrados.
Entre cartas y empleados
Hace tan solo algunas horas, un grupo de 250 empleados que se han denominado “Googlers judíos y aliados”, publicó una carta dirigida al director ejecutivo de Google, Sunder Pichai, en donde exige que el gigante de internet brinde apoyo a los palestinos que están sufriendo la crisis humanitaria que ha dejado el conflicto entre Israel y Hamas, un grupo militante no reconocido por el mencionado país.
En este escrito, los empleados exigen no solo que la empresa fije una postura ante el conflicto, sino que también haga un “reconocimiento directo del daño causado a los palestinos por el ejército israelí y la violencia de las pandillas. Tanto israelíes como palestinos están sufriendo en este momento, pero ignorando los ataques destructivos y mortales que enfrentan. Los palestinos borran a nuestros compañeros de trabajo palestinos”.
A decir de algunos medios estadounidenses, esta carta fue enviada en respuesta a otro grupo judío de empleados que supuestamente habría pedido a Google y a sus líderes que “apoyaran al estado soberano de Israel y una “perspectiva unilateral pro-Israel”.
En este punto, es importante mencionar que durante el mes pasado, Israel recurrió a Google y Amazon Web Services para un contrato de mil millones de dólares para proporcionar servicios en la nube al gobierno, incluido su ejército.
Empleados políticos
Los hechos anteriores son muestra clara de que el conflicto que se vive ahora mismo entre Israel y Palestina ha revelado un conflicto nada menor en Silicon Valley, no solo entre empleados con ideologías distintas, sino entre colaboradores y la propia cultura de las empresas tecnológicas.
Los trabajadores de la tecnología se están volviendo cada vez más abiertos a temas políticos sobre las preocupaciones éticas así como del poder sin precedentes y sin control de sus empresas.
El asunto pone de relieve la exigencia de diversidad entre los grupos de trabajo así como la nueva posición que los empleaos esperan que sus empleadores tomen frente a conflictos éticos y políticos.
El clima actual alrededor de estos grupos pueden estar provocando más controversias políticas de las que Google esperaba, situación que llega en un momento en el que los ojos de las autoridades están sobre grandes tecnologías por el poder que ostentan así como por acusaciones de monopolio.
El aprendizaje parece claro. Los trabajadores desean ser reconocidos y atendidos en función de sus necesidades particulares; sin embargo, las marcas están obligadas a entender que estas intenciones, intereses y problemas están sujetos a una identidad que ante las tensiones entre lo global y local, consecuencia de los diferentes movimientos sociales y políticos que caracterizan al mundo.
La premisa es apoyada por un estudio para el mercado estadounidense firmado por Weber Shandwick el cual indica que casi la mitad de millennials (47 por ciento) cree que los CEO’s de las empresas tienen la responsabilidad de hablar sobre los temas que son importantes para la sociedad, al tiempo que el 51 por ciento dijo que prefieren comprar productos de las compañías que son conducidas por líderes activistas. Cuando se trata de reclutar talentos, más de cuatro de cada diez millennials (44 por ciento) afirman que serían más leales a una organización empleadora si el CEO de la misma demuestra una posición pública frente a un tema de interés social; la cifra contrasta con el 19 por ciento de quienes afirmaron que serían menos leales ante esta situación.