La experiencia que ofrece la UFC (Ultimate Fighting Championship) a través de la práctica de las artes marciales mixtas escribió un nuevo episodio en la historia de la marca, luego de que la conferencia ofrecida por Conor McGregor esté lanzó latas de Monster Energy en contra de Nate Diaz, quien se retiró del evento provocando la reacción del irlandés.
El video logró hacerse viral a través de diversos canales que lo publicaron entre ellos el de la propia UFC donde alcanzó 457 mil 520 vistas al momento de ser consultado, a pesar de encontrarse editado.
La UFC es una liga de élite que se dedica a la organización de encuentros de artes marciales mixtas, estrategia extendida en eventos y medios de comunicación como la UFC Network.
Este tipo de incidentes, donde las conferencias de prensa terminan por convertirse en tensos momentos se han repetido en diversas ocasiones a favor de estas organizaciones deportivas, que convierten las conferencias de prensa en promocionales de impacto viral a favor de sus eventos.
El primer dato que tiene que ver con marketing y que nos lo recuerda este incidente, es la firma de un acuerdo de colaboración entre la marca Monster Energy y UFC, basada en estrategias de marketing experencial y promociones en retail, de una marca con un valor en el mercado de bebidas de tres mil 916 millones de dólares, listado elaborado con cifras de Millward Brown y Kantar, donde colocan a Coca Cola, Diet Coke y Red Bull como las marcas líderes con valores de 67 mil 749, 12 mil 565 y 11 mil 667 millones de dólares, respectivamente.
Como segundo dato de marketing recordamos que Conor McGregor es una marca personal que ha logrado construirse en el mercado deportivo con diversos elementos, como ser considero entre los atletas mejor pagados al contar con ingresos por 18 millones de dólares, según un estimado de Forbes y que se fortalece con su colaboración con marcas como la cerveza Budweiser.
La espectacularidad es un elemento que en marketing funciona para generar empatía con el consumidor, recurso que por ejemplo se convierte en una constante en marketing político, donde a través de este elemento, candidatos buscan empatar emocionalmente con los ciudadanos recurriendo a elementos de su discurso casi teatrales.