Una de las grandes preocupaciones de los consumidores une la actualidad, es el cuidado y seguridad de su privacidad. La exigencia para el cuidado de estos aspectos es grande para las marcas, mismas que han tenido que desarrollar nuevos mecanismos para cuidar y comunicar correctamente este tipo de medidas. Pero ¿qué pasa cuando no puedes controlar este tipo de acciones entre tus colaboradores? Uber vuelve a estar en el ojo del huracán, luego de que uno de sus conductores transmitiera en vivo cerca de 700 viajes sin el consentimiento de sus pasajeros.

Jason Gargac, un conductor de Uber y Lyft de 32 años, cuenta con una base amplia de seguidores en la plataforma de streaming Twitch, en la que ha transmitido más de 700 viajes.

Durante dichas transmisiones, según información de la CNBC, más de 4 mil espectadores se daban cita para comentar en tiempo real los traslados, en donde las burlas y críticas a los pasajeros eran parte recurrente de la conversación.

Esta práctica ha convertido la cuenta de Gargac en un canal al estilo “reality show”, en el cual desde marzo pasado, cada pasajero de este conductor ha sido el protagonista. Aunque es cierto que Jason no eso primer conductor que graba a sus pasajeros en un live stream de Twitch, lo que llama la atención es que esto lo hace sin pedir consentimiento de los pasajeros.

Es importante mencionar que el implicado cuenta con aproximadamente 4 mil 350 seguidores en Twitch, de los cuales alrededor de 100 pagan un mínimo de 5 dólares para subscribirse a su canal lo que traduce en ayuda financiera.

El conductor de la ciudad de Missouri argumenta que esta labor le proporciona seguridad, ya que si algo malo le pasa su público se entrara y alertaría a las autoridades.

Aunque la actitud y los hechos son cuestionables, lo cierto es que las leyes de aquel estado americano no pueden tomar ninguna acción contra él ya que el marco normativo de Missouri no considera el acto como atentado o violación a los derechos de comunidad.

Si bien Uber y Lyft han dado de baja al conductor, lo cierto es que este tipo de acontecimientos pone en duda el control que este tipo de aplicaciones tienen sobre su plantilla labora, así como de las garantías que dicen ofrecer a sus usuario, situación que a la larga podría tener implicaciones importantes para el negocio de dichas apps.

Recordemos los hallazgos de un estudio realizado por Mobile Ecosystem Forum (MEF), AVG Technologies y On Device Research durante 2015, los cuales indicaban que más del 50 por ciento de los usuarios móviles a nivel mundial aseguraron haber eliminado una app por temas de privacidad y seguridad. Asimismo, un 34 por ciento dejaron de usar una aplicación por la misma razón.