La conducción autónoma junto a los motores eléctricos están preparando un terreno fértil dentro de la industria automotriz que avanza de la mano de la tecnología y desarrollos que están marcando nuevas tendencias de experiencia de conducción, inyectando de tecnología a un mercado de lujo que ahora parece enarbolar la bandera de sustentabilidad.
Basta con ver marcas como Tesla, que gracias a este contexto han logrado ser de las primeras marcas automotrices con mayor valor dentro de una industria que parece encontrar en firmas como Toyota, BMW y Mercedes Benz sus mejores representantes.
Este crecimiento de marcas que se basa en la construcción de automóviles con motores eléctricos y la comercialización de modelos que se han vendido como modelos innovadores, por presentarse en el mercado con innovaciones como la conducción autónoma, han creado un contexto donde el mercado masivo (sin la capacidad de compra del segmento de mercado al que están dirigidos estas unidades) tiene interés por vivir estas nuevas experiencias, por lo que las marcas que logren llevar esta experiencia a los consumidores, aprovechando el ecosistema de marca con el que cuentan, serán las que logren tomar ventaja de la expectativa en la que se encuentran.
Gracias a este ambiente innovador, Tesla reportó entregas por 24 mil 500 unidades en los últimos tres meses, lo que representó un incremento de 70 por ciento comparado con el trimestre anterior inmediato.
Frente a este ánimo, en el que la tecnología de nueva cuenta irrumpe en la atención del consumidor, las adaptaciones que compañías automotrices como Nissan, conocida por su capacidad masiva de venta de automóviles, están volteando a observar en la creación de sillas autónomas, una forma creativa de acercar la innovación que parecía restringida a automóviles de alto costo como Tesla, al día a día del consumidor.