Por Oscar Rojas
Twitter: @Amenazza
No me inspiran confianza aquellos que hablan de producir videos virales como si realmente existiera una forma probada para lograrlo. Una pieza que alcanza la característica de la “viralidad” es aquel que se reprodujo miles de veces en blogs, Facebook, YouTube, etc. y que por lo general va acompañado de un toque de humor.
Es importante no confundir un video de un usuario espontáneo que adquiere esta característica (como el ya clásico “Edgar se cae”, el “Tengo miedo” o el del “Hijo del Apá”) con los típicos comerciales de marca estratégicamente colocados (pagados) en las redes para que la gente los vea.
Aquel que conozca la fórmula de la viralidad le pido que me la pase para seguirlo en Twitter y prometo re-twittearlo por siempre. De hecho, por algunos meses seguí una serie de comentarios en un grupo de Social Media en LinkedIn en donde la gente discutía sobre si es posible o no producir un video viral, desde cero. Nadie dijo que fuera posible (bueno, un par, pero casi los linchan). Muchos dijeron que existen técnicas o formas (de publicidad) que te pueden ayudar a lograrlo. Todos coincidieron en que se requiere de una mezcla rara de humor, suerte y temporalidad.
Pero más allá de los videos virales, existe una gran opción para generar contenido de manera sencilla gracias al famoso “UCG” o “user generated content”: contenido generado por el usuario. Seguramente a muchos de ustedes les ha pasado por la cabeza o han implementado una dinámica similar.
Pedirle a la gente que grabe y suba un video a tu página se ha convertido en una excelente opción para generar “engagement” o involucramiento con tus seguidores o los miembros de una comunidad. Más allá, puede ser una forma muy sencilla de proveer con contenidos novedosos y creativos para tu estrategia (y mejor aún: gratis).
Sin embargo, hay que tener cuidado a la hora de crear una promoción o este tipo de dinámicas. Si bien esta es una gran opción, tampoco queremos ver comprometida la reputación de la marca o la calidad con la que debiera ser expuesta. Aquí les dejo una serie de sencillos consejos que no está demás tomar en cuenta para estas situaciones:
- Explicar claramente lo sencillo que es participar en la dinámica. Subrayo “sencillo”. Por favor, eviten hacer concursos complicados, que impliquen demasiados pasos para poder participar o peor aún, que estén condicionados a venta de producto (y mucho menos si el premio no es la gran cosa – hacer un video por ganarme una gorra… ¡no creo!). El usuario debe poder echar a andar su creatividad.
- Siempre informar con la mayor amplitud posible a los usuarios y tus empleados para que puedan pasar la voz. Lo primero que queremos es que participe mucha gente y si no tenemos pauta, no podemos confiar en que todo mundo va a encontrar nuestra promoción de manera orgánica.
- Considerar cierta exclusividad para su base de seguidores más fieles: a todos nos gustaría poder tener oportunidad de ganar un mejor premio o sumar algunos puntos extra, sólo por ser fans, ¿no?
- Comunicarse con influencers: no olvidemos que nuestros amigos cercanos son clave para multiplicar nuestros mensajes cuando lo necesitamos. Quizá ellos nos pueden ayudar a hacer ruido si nosotros les damos algún incentivo por compartir la información.
- En la medida que sea posible, apoyarse de una campaña de relaciones públicas o publicidad. Como menciono en el punto uno, si no tenemos presupuesto no queda de otra, pero si lo hay, no quita nada apoyar con una campaña.
¿Ustedes han realizado una dinámica de este tipo? ¿Cuál ha sido su experiencia?
Que siga la conversación…