• La demanda no solo podría funcionar contra McDonald’s, sino también contra otras compañías de la industria

• El grupo que coordina esta acción legal intentó presentarla contra una fábrica de carne, pero fracasó

• De triunfar este proceso, no se buscará una indemnización monetaria, sino la instauración de mejores protecciones

Por más querida o ética que sea una marca, jamás está a salvo de recibir una demanda. No solo en cualquier momento pueden ocurrir incidentes que no se pueden realmente contemplar de antemano. Además, siempre hay agentes (rivales, consumidores, colaboradores) con una razón para perseguir acción legal contra el negocio. Por supuesto, no todos los procesos son iguales. A veces, los medios para iniciar el conflicto son fuera de lo común, por decir lo menos.

Tal es el caso de la nueva demanda que acaban de interponer una serie de empleados de McDonald’s y sus familiares en contra de la cadena de comida rápida. Estos colaboradores han dicho que la compañía no ha tomado las medidas adecuadas en contra de la pandemia de COVID-19, exponiéndolos innecesariamente a la enfermedad. Así pues, la quieren obligar a tomar varias medidas más estrictas para proteger tanto a sus clientes como a su personal.

Lo interesante del caso es que la demanda apela a una ley en Estados Unidos (EEUU( que se suele usar para cerrar clubes de striptease. El recurso quiere catalogar a McDonald’s como una “molestia pública”. De esa forma, no solo podrán enfocarse los empleados en las medidas de salud. Además podrán pasar por encima de la OSHA, la autoridad que se encarga de vigilar el cumplimiento de las normas de protección en negocios, y pasarán directo a los tribunales.

Una interesante demanda en medio de la pandemia

No es la primera vez que una empresa se encuentra en medio del ojo del huracán por alguna controversia con sus empleados. En la segunda mitad de 2019, un conductor de Uber lanzó una demanda contra la plataforma de taxis compartidos por negarse a considerarlo empleado. Netflix también entró en un conflicto legal tras presuntamente despedir a una mujer por estar embarazada. También a Google le reclamaron múltiples ex-colaboradores por salidas injustas.

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Pero es llamativo el conflicto en el que ahora se encuentra envuelto McDonald’s. No solo es una anécdota interesante por el contexto legal en el que se fundó la demanda. Además tiene una importancia fundamental por las razones detrás de este reclamo. Es cierto que más de una marca ha prometido que va a priorizar la protección a su personal en cuanto regrese a la normalidad. Sin embargo, este caso deja claro que aún muchas iniciativas no son suficientes.

Las compañías que deseen regresar a la normalidad tienen que preocuparse de forma muy seria sobre el bienestar de sus colaboradores. Una razón, claro, es la inminente demanda que se pueden ganar si no vigilan de cerca a su personal. Pero también porque un descuido en su modelo de negocio puede llevar a que buena parte de su equipo quede indispuesto. Y ésa es una posibilidad que no le conviene a las organizaciones durante una crisis económica grave.

Blindándose contra una batalla legal

Cabe destacar que no solo McDonald’s ha recibido una demanda por presuntamente no dar la suficiente atención a la protección de sus empleados en el regreso a actividades. Ford volvió a sus fábricas hace unos días, solo para registrar brotes entre sus colaboradores. También Intel recibió un par de quejas de su personal en EEUU, también por la falta de protocolos sanitarios. Hay quienes, como Mastercard, solo no regresarán a las oficinas hasta que haya una vacuna.

¿Qué tipo de acciones deben realizar las empresas que quieran volver a trabajar en medio de esta pandemia, pero no quieran recibir una demanda de los empleados? En datos de Lexology hay que establecer proyectos y medidas de licencias médicas remuneradas, para que la gente no quiera seguir yendo a trabajar indispuesta. Lafarge Holcim asegura que se deben llevar a cabo capacitaciones. Y según Jungheinrich, también hay que proteger a todos los clientes.