• Tanto Uber como Lyft realizan revisiones a sus socios conductores antes de permitirles operar en sus servicios

• Sin embargo, las dos plataformas apuntan que es particularmente difícil detectar personas problemáticas desde un inicio

• En gran parte, argumentan, porque muchas veces los incidentes de abuso sexual y violencia física no están correctamente reportados

Muy pronto, los conductores que hayan sido bloqueados por Uber podrían ser sacados de otras plataformas de taxis compartidos. Al menos así lo sugiere el nuevo acuerdo al que llegó la app con su rival Lyft en Estados Unidos (EEUU). Las dos compañías se comprometieron a compartir información sobre aquellos socios que hayan sido desterrados de sus sistemas, según Reuters. El esfuerzo tiene como objetivo impulsar la seguridad que le proporcionan a los consumidores.

Solamente compartirían entre sí los perfiles de conductores que hayan estado involucrados en incidentes serios. En esta clasificación entrarían ataques físicos que hayan resultado en la muerte de alguna persona, así como las formas más severas de acoso y abuso sexual. Tanto Uber como Lyft expresaron su deseo que, eventualmente, este intercambio de información se extienda a la industria de transporte y delivery. Lo anterior incluiría otras formas de movilidad.

Las compañías no parecen haber dicho explícitamente que esto significaría que un conductor bloqueado en Uber también tendría prohibida la entrada a Lyft y viceversa. Pero sí se señaló que, como este tipo de incidentes son tan raros en el gran esquema de las cosas, menos del uno por ciento de los socios se verían afectados. Las dos plataformas señalaron también que se trata de una solución que balancea la privacidad con las mayores demandas de seguridad.

Una propuesta interesante de Uber

Ya desde hace un buen rato que la seguridad se ha vuelto un tema central para todas las apps de transporte compartido, no solo Uber. Por ejemplo, en Reino Unido, autoridades de Londres le revocaron la licencia de operación a la app india Ola en octubre pasado, según BBC. Esta decisión responde a que se detectaron varios miles de socios conductores que no tenían las licencias adecuadas para operar. Y en este sentido, se ponía en riesgo a los consumidores.

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En 2019, Uber lanzó su primer reporte de seguridad, presentando por primera vez cuáles son las cifras reales de incidentes peligrosos dentro de su negocio. Y de acuerdo con NBC News, el documento causó una ola de quejas tanto de clientes como de conductores, que también han llegado a ser víctimas de estos eventos. En este sentido, crear un registro de personas non-grata que se extienda a toda la industria parece ser un buen paso en la dirección correcta.

También es una oportunidad para que Uber y otras plataformas tomen un papel mucho más activo en la protección de conductores y pasajeros. Iniciativas en el pasado han puesto su foco en el uso de tecnología y la auto-regulación de la comunidad. Por ejemplo, de acuerdo con CNN, la plataforma de taxis compartidos agregó en 2019 la oportunidad de grabar los viajes. Algo más útil para desincentivar y registrar incidentes que para evitar que sucedan.

Incidentes en la app de taxis compartidos

Esta propuesta también es positiva porque Uber, por desgracia, tiene una muy larga historia de incidentes de seguridad. Para 2019, por ejemplo, las autoridades de Londres le retiraron la licencia de operación por condiciones de inseguridad. Entonces, se dijo que muchos de los socios de la app no tenían los permisos necesarios para transportar pasajeros. Entonces, el mismo CEO de la empresa señaló que la medida era injusta para la plataforma y sus clientes.

Un caso un poco más extremo se dio en 2016. En febrero de ese año, se dio a conocer el caso de un chofer de Uber que asesinó a seis personas entre varios viajes en la app. Durante su juicio, el acusado señaló que había sido “poseído” por la plataforma, que le había pedido cometer los crímenes. Casos tan sonados como este han contribuido a sentar la reputación negativa de la marca, que evidentemente aún hoy no ha logrado reparar por completo.