Distintas son las experiencias que podemos atestiguar a lo largo de nuestro hermoso país, pero quiero centrarme en un punto que cambió mi vida y espero pueda cambiar su percepción del otro México: el México Agrícola.
CON M DE MAGIA
La primera vez que recorrí un campo de maíz, descubrí la magia que tiene la agricultura, pues el reto de producir alimentos no es nada sencillo dados los imponderables de los que hemos hablado en diversas ocasiones en este espacio. Asimismo, porque el cambiante entorno económico determina que luego de sembrar, cultivar y cosechar, hay que comercializar y ahí se requiere más que magia, contar con los socios adecuados para llevar a cabo esta delicada labor.
El talento de los agricultores de nuestro país se debe aliar con los mejores proveedores de servicios cuyos productos, tecnología y recomendaciones, deben hacer el combo perfecto con la finalidad de incrementar las probabilidades de éxito pues como usted recuerda, el patrimonio de quienes trabajan el surco literalmente está enterrado durante 180 días al menos, esperando ver la luz de los grandes resultados.
Este otro México, es el de los altos contrastes en los que por un lado se tiene el único objetivo de subsistir como en muchos rincones del centro y sur del país y por otro lado tenemos a los agricultores tecnificados, de alto perfil productivo y con una visión de negocios. Esas dos realidades se unen con el denominador común de la mágica esencia de las y los agricultores para trabajar la tierra y hacer lo que más pueden con los recursos que tienen y eso en estricta teoría, es una lección avanzada de negocios, liderazgo y manejo de riesgo.
CON M DE MARKETING
Llevo muchos años vinculado al AgroMarketing, esta maravillosa disciplina que reúne dos poderosas fuerzas con la intención de difundir lo mejor de esta industria, plagada de innovación, creatividad, audacia y orientación a los resultados y que tiene como misión más importante la de poner a las y los agricultores en el centro de nuestras decisiones.
Y a través de esta conjunción de elementos, es donde también se conoce un México distinto, el de la colaboración entre personas, el del trabajo en equipo, en donde las inundaciones, sequías o heladas nos han mostrado la cara más generosa de los mexicanos, donde no importa la filiación política, el estrato social o el nivel de experiencia con que contemos para podernos ayudar a salir adelante para que en esta y otras industrias, aprendamos juntos el valor ayudarse.
Marketing juega un papel preponderante para conectar la visión de una organización con las necesidades de los clientes siendo apasionados en el entendimiento del mercado y la manera de estructurar propuestas de valor que contribuyan no solo a producir más sino a impactar en las comunidades, distintas regiones y por supuesto, en el país entero.
CON M DE MOVIMIENTO
Desde una óptica de negocio, es muy emocionante la agilidad con que la tecnología y la digitalización se acercan al campo y México se está convirtiendo en un gran laboratorio para probar nuevos desarrollos pues es bien conocida la capacidad de ingenieros, científicos, líderes comerciales y mercadólogos que trabajan en el campo.
Ese movimiento también se traduce en el imparable dinamismo de las nuevas generaciones que empujan con ahínco a toda una industria enfrentándose a múltiples arraigos culturales. Yo no compro la idea de que la juventud es la que tiene en sus hombros la responsabilidad de estos cambios, sino que el éxito debe gestarse por la combinación de la experiencia y conocimiento de los agricultores con la visión de estos nóveles protagonistas del surco que se han ido forjando poco a poco en nuestro país.
SEMBRANDO REFLEXIÓN – CON M DE MÉXICO
A excepción de Colima y Nayarit, he tenido la fortuna de estar, aunque sea brevemente, en todos los estados nuestro país y México sin duda tiene rincones maravillosos que nada le piden a lugares en el extranjero, pero conocerlo con los ojos de la agricultura, los campos y a sus protagonistas, es una experiencia con un sabor insuperable pues eso es nuestro país, el cúmulo de vivencias que recolectamos a través de la gente, la gastronomía, la cultura y por supuesto, el campo.
Recuerde que nadie será más crítico con una nación que quien viven en ella, sin embargo, eso no es argumento para cegarnos ante la grandeza de México que, si bien tiene profundas heridas, somos miles de personas que trabajamos día con día para hacer de este un mejor lugar.
Recorra nuestro país y si puede, visite a agricultores y me dice qué le ha parecido. Si ya lo ha hecho, cuénteme en @soyjuanbecerril qué le ha parecido y… ¡QUE VIVA MÉXICO!