La guerra de streaming es particularmente interesante. Disney+ está pisando fuerte y así lo demuestran los últimos resultados financieros presentados por la casa de Mickey Mouse.
A finales del año pasado, el servicio de contenidos on demand de Disney logró atraer a 26.5 millones de suscriptores cifra que interesante si consideramos que aunque Netflix cuenta con una base de 67.7 millones de abonados en Estados Unidos y Canadá, esta cifra fue alcanzada en casi 13 años.
De números
Desde que fue anunciada, Disney+ prometía ser un verdadero rival para Netflix. En principio, los especialistas indicaban que el amplio portafolio de los estudios propietarios de franquicias como Marvel era suficiente para derrotar a sus competidores.
A esto se sumarían muchos contenidos que, según las primeras especulaciones, serían creados especialmente para la nueva plataforma y llegarían al mercado en grandes volúmenes considerando el brazo de producción y creativo del cual dispone Disney.
Las previsiones tendrían una primera lectura lógica si consideramos que el negocio que mueve el entretenimiento online, en este terreno, es millonario.
Para entender las potenciales oportunidades, basta con reconocer que durante el año pasado, el mercado de streaming a nivel mundial generó ingresos estimados en más de 29 mil 740 millones de dólares, según estimaciones de Video Advertising Bureau, comScore y Nielsen.
Si esta cifra resulta interesante, más relevante es reconocer que los ingresos para el sector podrían ser mayores a 43 mil 600 millones de dólares hacia 2027.
Aterrizando los datos al mercado mexicano, tenemos que a decir de estimaciones del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), hasta 2018, se contabilizaban 74.3 millones de internautas, de los cuales 8.3 millones eran identificados como suscriptores de plataformas de streaming.
Un buen inicio, pero un gran reto a futuro
Todo parecía indicar que las predicciones sobre un gran volumen de series y películas exclusivas se cumplirían, más cuando Disney había anunciado que 10 millones de suscriptores se inscribieron el primer día de Disney+.
Lo cierto es que con este número sumado a la nueva cifra de más de 26 millones de abonados dados a conocer por la empresa existen muchos aspectos que deben leerse entre líneas.
Por ejemplo, habría que considerar que los clientes ilimitados de Verizon obtuvieron acceso a un año gratis de Disney +, lo que representa una parte importante de los números de suscripción (los especialistas indican que podría representar hasta un tercio).
En este sentido, el gran reto de Disney+, a mediano y largo plazo, será retener a los suscriptores de esta prueba gratuita o bien de aquellos que llegaron por un periodo de descuento.
Netflix se ha visto también en esta posición, más cuando su estrategia de generar contenidos de manera constante lo ha obligado a incrementar sus costos para mantener la producción de sus series y películas originales.
El juego (o mejor dicho, estrategia) de Baby Yoda
Es justo en este punto en donde entra en juego lo que bien podría considerarse como la estrategia de Baby Yoda.
The Mandalorian, es considerada como serie insignia de Disney+, misma que gracias a su personaje Baby Yoda se tradujo en la atracción de millones de suscriptores.
Aunque esto podría ser leído como el inicio de una estrategia que emulara la fórmula (personajes y series exclusivas en grandes volúmenes), lo cierto es que Disney+ ha optado por un plan que dista mucho al que su principal rival, Netflix, ha tomado como bandera.
Mientras que la plataforma de Los Gatos, California ha apostado por tener algo nuevo casi cada semana para retener a sus espectadores y pelear por nuevos clientes, Disney parece haber generado un programa trimestral que garantiza tener nuevas suscripciones, estar en la conversación y mantener los números a la alza en cada reporte financiero, lo que por definición da tranquilidad a los inversores.
El mejor ejemplo es Baby Yoda. La primera temporada de 8 episodios de The Mandalorian terminó la última semana de diciembre. Hsta el momento la firma no se ha anticipado ha hablar de una nueva temporada o secuela; no obstante los abonados ganados por el tierno personaje se vieron reflejados en este reporte aún cuando pudieron existir suscriptores que cancelaron de inmediato una vez terminada la serie.
El programa de los siguientes lanzamientos de Disney refuerza la tesis: Se espera que WandaVision, debutará antes que The Falcon and the Winter Soldier (programada para el otoño de 2020 ). A este estreno seguirá Loki (primavera de 2021), What If…? (verano 2021) y Hawkeye (otoño 2021).
El cronograma parece estar pensado para un lanzamiento trimestral, en donde los contenidos bien podrían entregarse de manera semanal para llegar al final justo al terminar el trimestre financiero.
Con esto Disney juega con la expectativa en un modelo que parece ser más rentable que el de Netflix; pocos lanzamientos pero bien dirigidos en comparación con una avalancha de nuevos contenidos originales que, en su mayoría, suelen perderse en el interés del consumidor.
De hecho, un estudio firmado por la consultora 7Park indica que el 80 por ciento de los usuarios de Netflix no consume el contenido original de la compañía, sino que prefiere series y películas producidas por cadenas televisivas y estudios cinematográficos.
Quizá es momento de que Netflix comience a reajustar su estrategia, lo que está en juego es la rentabilidad de su negocio. Sólo el tiempo dirá cuánto tiempo podrá mantener esta plataforma su estrategia de conformar un amplio portafolio de contenidos originales, frente a una máquina como Disney, que además de tener un acervo histórico ha entendido la conminación perfecta entre precio, expectativa, promoción y tiempos de entrega.