- Una nueva área para el turismo se abre y con ella un mercado que ya prevé aprovechar las oportunidades de las nuevas herramientas.
- Jeff Bezos viajó al espacio, lo que enmarca una nueva dinámica que podría popularizarse entre algunos millonarios en los próximos tiempos.
- Se trata de una actividad que se antoja exclusiva por los recursos económicos que demandará en el corto plazo, pero que es una oportunidad de negocio para las empresas tecnológicas que comenzaron esa carrera espacial.
El turismo también es un sector con gran dinamismo, cada día vemos nuevos esfuerzos por innovar y hacer más atractivo un mercado que se ha visto golpeado por diversos aspectos, entre ellos la violencia, los roses entre países y por supuesto, la pandemia por coronavirus, pero ahora, se ha dado un paso más allá y se han roto las barreras terrestres para llevar a los turistas al espacio, o al menos, a un reducido grupo de los entusiastas por estas actividades y que cuenten con el poder adquisitivo para hacerlo.
Jeff Bezos ya puede decir que ha viajado al espacio. La misión NS-16 de Blue Origin le ha enviado a él y a sus tres singulares compañeros de aventura a unos 100 km de altitud, y tras unos minutos disfrutando de la microgravedad y de ver la curvatura de la Tierra, la nave New Shepard ha regresado con éxito a la superficie terrestre.
Este hito se produce tras el vuelo espacial de Richard Branson con Virgin Galactic, y más allá del “pique” y de la discusión sobre si uno u otro realmente te llevan al espacio, ambos hitos marcan el comienzo de una nueva y llamativa era para un turismo espacial que de momento estará reservado para quienes ostentan más recursos y que claro, tienen cierto grado de excentricidad para querer pagar una buena suma para viajar al espacio.
Oportunidad de negocio: el turismo espacial
Pero pese a que se trata de una posibilidad todavía muy verde, ya se están dando los primeros pasos, por ejemplo, a Jeff Bezos le acompañaba su hermano Mark, y junto a ellos han viajado los que se han convertido en los astronautas —por llamarles de alguna forma a estos nuevos turistas— de mayor y menor edad de la historia. Pero más allá de las curiosas edades, que por un lado mostraban a Wally Funk, de 82 años. Y por el otro Oliver Daemen, un joven holandés de 18 años que fue elegido tras cederle el sitio la persona anónima que pagó 28 millones de dólares por ese privilegio para luego retirarse; lo que llama la atención son los altísimos precios por emprender esta aventura por tan sólo 10 minutos.
28 millones de dólares como se cita en el párrafo anterior, es una pequeña fortuna que mucho tardan una vida en reunir, si es que lo logran, por lo que a esta ‘actividad turística’, no se le vaticina un futuro prometedor, de momento, puesto que que tampoco se puede perder de vista que este proceso si bien comenzó hace ya varios años, los avances de la industria espacial también han pisado el acelerador para darnos más noticias sobre el tema, máxime cuando se cuenta con el apoyo de los grandes millonarios.
La New Shepard despegó —la nave es autónoma, no hay piloto, y la tripulación es civil— a las 15:12 CEST desde las instalaciones de Blue Origin en Van Horn, en una zona desértica al oeste del estado de Texas. Tras un ascenso vertiginoso, el vuelo llegó a su apogeo, a 100 km de altitud, en apenas 3 minutos y medio. Fue entonces cuando la tripulación pudo disfrutar de unas vistas espectaculares y de esa singular sensación de microgravedad durante unos minutos.
El costo del espacio
Este vuelo de la New Shepard inaugura esa nueva era de turismo espacial que la compañía de Bezos buscaba iniciar desde hace años. Los billetes para esos vuelos suborbitales no serán baratos: en Virgin Galactic ya pusieron a la venta 600 pasajes y los precios llegaron a ser de 250,000 dólares por billete. Es cierto que para el vuelo inagural de la New Shepard de Blue Origin la subasta hizo que ese precio subiera hasta unos meteóricos —y nunca mejor dicho— 28 millones de dólares, pero esa primera cifra es una buena referencia para conocer cuánto puede costar el pasaje en uno de esos vuelos actualmente.
Hay billetes aún más caro, desde luego. En algún momento de 2022 Axiom Space espera poder lanzar a los primeros turistas espaciales a la Estación Espacial Internacional, y cada uno de los cuatro pasajeros pagará 55 millones de dólares por ese privilegio.
Eso deja claro que serán pocos los que tengan acceso inicial a esta nueva era del turismo espacial, una que además estará limitada tanto por la altura que alcanzan estas naves como por la duración de unas misiones que, recordemos, están diseñadas también para no causar problemas de salud a unos tripulantes
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