Pese a que celebridades como Johnny Depp o influencers de YouTube como PewDiePie han apoyado las criptomonedas, su ritmo de adopción por parte de los consumidores de todo el mundo se está ralentizando. Esto se debe principalmente al desconocimiento sobre su funcionamiento, que sigue frenando una adopción generalizada. 

Según una encuesta que aplicó Kaspersky en España, cuatro de cada cinco encuestados (84%) no ha comprado nunca criptomonedas, lo que pone de relieve el largo camino que aún queda por recorrer para que sea aceptada como una forma común de pago o inversión.

El informe de Kaspersky muestra que muchos consumidores están deseando utilizar criptomonedas, pero la falta de conocimiento les impide dar el paso. Por otro lado, muchos que creían saber con lo que estaban lidiando, decidieron dejar de usar criptomonedas. Una cuarta parte (25%) de los encuestados abortó el intento al considerar que era demasiado complicado técnicamente.

La falta de conocimiento lleva a la desconfianza en las criptomonedas. Más de la mitad (58%) de los encuestados considera que las criptomonedas son bastante volátiles y que deben alcanzar mayor estabilidad antes de estar preparados para usarlas. También hay una percepción muy extendida entre los consumidores de que la criptomoneda no estará presente para siempre. De hecho, un tercio (33%) de los encuestados cree que las criptomonedas son una moda por la que no vale la pena preocuparse.

Mientras que el interés generalizado por las criptomonedas puede haber alcanzado ya su punto álgido, todavía existe una demanda para utilizar esta tecnología. El 16% de los encuestados señaló que, aunque no utiliza criptomoneda en este momento, les gustaría hacerlo en el futuro. Sin embargo, todavía hay dudas entre los consumidores, a menudo guiados por el temor de que exista un riesgo real para sus finanzas. Los estafadores pueden utilizarlas en su favor. Para más señas, casi uno de cada cinco (17%) de los encuestados señala haber experimentado ataques de hacking en el intercambio de criptomoneda. Los delincuentes también crean carteras electrónicas falsas para atraer a los consumidores a invertir su dinero en forma imprudente, y el 13% de los encuestados reconocieron haber sufrido un intento de fraude relacionado con criptomoneda.

Este 7 de septiembre, El Salvador se convirtió en el primer país del mundo en aceptar bitcoin como moneda de uso corriente, lo que marca un hito a nivel global. Sin embargo, pese a que esta medida podría favorecer su adopción masiva y aceptación comercial, el precio de la criptodivisa se hundió. El reto para que este instrumento sea utilizado por la población es grande, ya que más de la mitad de los habitantes de esta nación centroamericana desconoce el mundo de las criptomonedas. De acuerdo con el Informe Blockchain en América Latina 2021 realizado por la agencia de marketing Sherlock Communications, antes de la entrada en vigor de la Ley Bitcoin en El Salvador, 54% de la población en dicho país desconoce estos instrumentos. Dentro de la encuesta, se cuestionó cuál sería el motivo principal que inspiraría confianza a una persona para usar bitcoin en su vida diaria; sin embargo, la mayor parte de los encuestados (46%), respondió que ninguna razón la motivaría en utilizar estos instrumentos.

“Le preguntamos a la gente en El Salvador qué ayudaría a generar confianza en la inversión en criptomonedas y 18% señaló que una regulación adecuada ayudaría a generar confianza, mientras que 16% dijo que las plataformas de moneda digital debían ser más confiables y más fáciles de usar; 11% dijo que le gustaría leer informes de historias de éxito de la vida real antes de correr el riesgo”, destaca el informe.

Es un hecho que no puede creerse en algo desconocido, más tratándose de un producto que involucra inversión. Las instituciones financieras y cada uno de los productos por ellas ofertados basan su éxito en la confianza. Ésta se construye por medio de una comunicación transparente y constante.

Las criptomonedas tienen mucho camino por andar en el terreno de la comunicación para describir a este complejo producto y generar confianza en los potenciales adquirientes, a riesgo de tener una efímera existencia.