Si bien, una estrategia de relaciones públicas está mayormente enfocada a modificar la percepción que los consumidores tienen acerca de una marca, ésta no debe limitarse a la comunicación hacia el exterior de las empresas, pues uno de los pasos iniciales y de mayor importancia es diseñar tácticas efectivas de comunicación hacia el interior.

Con esta idea, lo ideal es que nuestra estrategia esté basada en la generación de asertivos mensajes clave y un plan para que los colaboradores conozcan más acerca de la historia de la empresa, lo que actualmente hace y sus planes a corto, mediano y largo plazo.

Una de las herramientas que sostienen una campaña de RRPP son los mensajes clave, los cuales definen los objetivos, diferenciadores y características de la empresa; se trata de aquella información que suele presentarse y difundirse a través de los medios de comunicación. Sin embargo, esta valiosa información no debe reservarse para la comunicación externa, sino que además deben compartirse hacia el interior, con los colaboradores de todos los niveles y áreas. Esta acción que los corporativos deberían implementar no sólo fomenta la percepción de una voluntad de transparencia, sino que aumenta la confianza de los empleados.

Esta medida no sólo se lleva a cabo con el afán de que los colaboradores se sientan incluidos al considerarse destinatarios prioritarios de la información importante que se genera en torno a la marca para la que trabajan, lo cual puede aumentar la fidelidad e incluso la tranquilidad en caso de crisis de marca; además de estos beneficios, viene un tercero, que tiene que ver con que cada colaborador es un potencial portavoz de la empresa, a niveles informales y no oficiales. Por ello, cada uno de los miembros de una organización, independientemente de su tamaño, debe conocer los principios y valores que dirigen la actividad de la empresa.

Antes de iniciar una campaña de comunicación interna (que posteriormente dará paso a la comunicación exterior), es necesario medir el clima organizacional, conocer el nivel de satisfacción de cada empleado y planear de forma estratégica el flujo de información hacia los departamentos internos. Así, es muy probable que si se cuenta con una efectiva comunicación interna, se tendrá una eficiente comunicación externa.

Para tener una buena comunicación para con los empleados de nuestras empresas, existe una serie de herramientas de las que podemos implementar, como pueden ser un boletín impreso o digital, sesiones informativas para dar a conocer los logros, nuevos proyectos, metas de la empresa, y también, por qué no, las áreas de oportunidad y elementos y procesos que es necesario mejorar.

Todo esto, mediante una estrategia de comunicación bien diseñada por expertos, para que la información sea clara, efectiva y no haya espacio para dudas. La meta es que todos los colaboradores se conviertan en expertos de la empresa a la que prestan sus servicios.