Factores como la inflación y la economía en general han generado cambios significativos en los hábitos de compra y el comportamiento del consumidor en México 2024.
NielsenIQ realizó el estudio llamado “Full View del Consumidor Mexicano 2024” de NielsenIQ, a partir del cual se pueden detectar varias tendencias clave que las marcas deben considerar para adaptarse y seguir siendo competitivas en este entorno.
A continuación, te compartimos cinco datos clave que revelan cómo están evolucionando los consumidores en México y qué significa esto para las marcas.
1. Ahorro como prioridad
Una de las principales conclusiones del estudio es que el 60% de los hogares mexicanos está adoptando canales alternativos de compra para optimizar sus gastos. Entre ellos, destacan los hard discounters (21%), tiendas especializadas (14%) y el comercio electrónico (12%). Esta tendencia refleja una búsqueda activa de ahorro por parte de los consumidores, quienes ahora exploran diferentes formatos de compra en busca de precios más accesibles.
La prioridad en la adquisición de productos esenciales también ha cobrado relevancia, ya que el 50% de los consumidores está enfocando sus gastos en productos básicos. Esto indica que las marcas que ofrezcan precios competitivos en productos esenciales, como alimentos, higiene y artículos del hogar, tendrán mayores posibilidades de ganar la lealtad del consumidor.
2. Nivel Socioeconómico (NSE)
El comportamiento de los consumidores varía considerablemente según el nivel socioeconómico (NSE), lo que plantea diferentes oportunidades para las marcas.
- NSE Bajo: Los consumidores de este grupo muestran una alta disposición a cambiar su lugar de compra habitual para ahorrar, con un 66% que ya lo está haciendo. Además, el 60% de este grupo reduce gastos en entretenimiento y comidas fuera del hogar para optimizar sus finanzas. Para las marcas que desean captar este segmento, las ofertas y promociones dirigidas son una estrategia eficaz, ya que estos consumidores valoran mucho el ahorro.
- NSE Alto: A diferencia del NSE bajo, los consumidores de NSE alto mantienen un nivel de gasto más flexible. El 70% de este grupo está dispuesto a gastar más en productos no esenciales para darse un gusto, lo que mantiene abierta la ventana de oportunidad para las marcas premium o de lujo.
3. Dinámica de compra influenciada por redes sociales
Otro hallazgo del estudio es la influencia de las relaciones personales y las redes sociales en el proceso de compra.
“El estudio también destaca la influencia de la familia, los amigos y las redes sociales en el proceso de decisión de compra. Los consumidores mexicanos recurren a estos canales para buscar información y comparar alternativas antes de tomar una decisión final”,.
El 8% de los consumidores ya realiza la mayoría de sus compras a través de plataformas como Facebook, Instagram y TikTok, lo que indica que el comercio social está ganando terreno. Las marcas que deseen aprovechar esta tendencia deben fortalecer su presencia digital y desarrollar campañas que fomenten la interacción y el engagement en redes sociales.
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4. Impacto de la economía en el lugar de compra
La inflación y el aumento de los precios han tenido un impacto directo en la selección de los lugares de compra. El 95% de los hogares mexicanos ha modificado su comportamiento de gasto debido a la presión económica, lo que ha llevado a muchos consumidores a cambiar su elección de tiendas en busca de mejores precios y mayor valor.
Este cambio significa que las tiendas deben enfocarse en ofrecer valor agregado y alternativas económicas que sean atractivas para los consumidores en este entorno inflacionario. Las estrategias que incluyan programas de lealtad, promociones y productos de marca propia pueden marcar la diferencia a la hora de retener a los clientes que buscan maximizar su poder adquisitivo.
5. Promociones y ofertas como motor de decisión
Las promociones y ofertas se han convertido en un factor determinante en las decisiones de compra de los consumidores mexicanos. El 30% de los encuestados toma decisiones basadas principalmente en ofertas y precios, lo que refuerza la importancia de dicha estrategia para las marcas.
Los consumidores están más dispuestos que nunca a comparar precios entre tiendas y buscar las mejores ofertas antes de tomar una decisión de compra.
Para las empresas, la competencia en precios no es solo una táctica, sino una necesidad en este contexto económico. Estar atento a los movimientos de la competencia y ajustarse en consecuencia es clave para ganar mercado.
