Me gusta esta era de las compañías, con rostro y criterio, que hablan fuerte sobre sus posturas sociales políticas y de vida. Por ejemplo, me llama la atención que las empresas tec, esas que hoy son prácticamente dueñas de nuestras vidas (y no exagero) prácticamente, alcen la voz desde sus trincheras para unirse a celebrar los días del orgullo LGBTI (creo que lleva otra I y más letras, pero qué más da). Un festejo por lo demás obvio, los de pelo café no tenemos una fecha en que salimos a decirle al mundo que tenemos el pelo café, pero políticamente necesaria entre este mundo de odios.
Los empleados del gigante Apple salieron a las marchas en diferentes ciudades de Estados Unidos y sacó al mercado una correa igualmente colorida para su Apple Watch. Mientras tanto, que Google coloreó de arco iris su hoja de cálculo de Google Drive cuando uno escribe la palabra ´orgullo´ con una letra en cada casilla y Google Maps será un guía en vivo de los desfiles que van a tener lugar en diferentes ciudades del mundo.
Parecen detalles insignificantes, pero son movimientos cruciales. Ya ven que Facebook sacó una reacción de la bandera LGBTI, de acuerdo que es un poco forzado porque no es una reacción como estar feliz, triste o enojado, pero está bien hacer su aporte. También se pueden decorar de colores las publicaciones de Instagram, como una muestra de que somos incluyentes, lo mismo que usar los varios hashtags de Twitter como #loveislove.
Streamings, listas de Spotify que hacen homenaje a músicos LGBTI y cuanta cosa se les ha ocurrido. El universo tec está abierto a la diversidad, como debe ser, y está bien comenzar por gritarlo a través de sus plataformas, para luego vivirlo en carne propia en sus contrataciones y cotidianidad –por ejemplo con los empleados ´gaylers´ de Google. El punto es que como ha sido con la posición a favor de los LGBTI, la industria parece estar destapándose las caras para sentar posiciones. Atrás van quedando esas viejas compañías de ´doble moral´ que imponen esquemas del mundo caducos, y que tiran piedra y esconden la mano.
Aplaudo estos nuevos pasos de la era digital, organizaciones de hoy que tiran piedra y dejan la mano en alto.