España.- El pasado 27 de abril, el futbolista del Barcelona, Dani Alves, dio la vuelta al mundo por haberse comido un plátano que un aficionado le lanzó desde la tribuna, este acto racista provocó una campaña en redes sociales, impulsada por otros futbolistas y que se hizo viral, llamada #todossomosmacacos.
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Esta acción discriminatoria también fue capitalizada por una empresa española, Plátano de Canarias, una marca líder en la zona, para sumarse a la campaña en contra de la discriminación racial, pero sin dejar de lado el resaltar el posicionamiento que tienen entre los consumidores.
En un cartel, la empresa emitió el mensaje “Juntos podemos. Cada vez son más los que disfrutan del sabor de nuestros plátanos. Plátano de Canarias apoya la tolerancia y el respeto en el deporte. #NoAlRacismo”.
Plátano de Canarias destaca en España por su cercanía con el deporte como estrategia de mercadotecnia y de responsabilidad social, una de sus principales acciones es donar cinco kilos de la fruta por cada triple anotado en la competencia de la liga de baloncesto de la ACB.
Mientras deportistas, políticos y artistas que se unieron en las redes sociales a la protesta antiracial, así como esta empresa, se posicionan en la opinión pública por el rechazo a la discriminación, el atacante de Alves, identificado como David Campayo, no podrá regresar nunca al estadio de futbol del Villarreal, ya que el equipo lo vetó de por vida.