La creciente competitividad en el mundo digital nos impide detenernos en nuestra búsqueda de nuevas maneras de mantenernos a la vanguardia, para lograr crecimiento y rentabilidad.
En marketing digital una de las formas clave de lograrlo es a través de la realización de pruebas constantes, que no solo nos dejarán detectar lo que no funciona, sino también nos permitirán obtener información valiosa que podemos aplicar para lanzar campañas mucho más efectivas y que específicamente nos pueden ayudar a mejorar el ROAS o el CPA.
Aunque si bien las pruebas pueden mostrar resultados específicos que dependen del tipo de negocio, hay algunos aspectos claves que hay que seguir para que los testings realmente aporten aprendizajes significativos para la marca.
Objetivo de la prueba
Al elegir el objetivo debemos ir más allá de solo querer lograr crecimiento o generar ventas.
Una buena definición de objetivo debe siempre de incluir quién, dónde, cuándo, cómo, qué y por qué. Al ser más específicos podremos estructurar mejor los tests, sabremos cuánto tiempo tenemos para probar una hipótesis y qué vamos a medir exactamente.
Definir los KPIS
Esto va ligado con lo anterior. Al definir el objetivo podremos identificar cuáles serán las métricas que vamos a medir para determinar si la prueba dio resultados o no y estas métricas se convertirán en nuestros KPI.
Enfocar los testings en las áreas de oportunidad
Identificar los problemas o factores que podrían estar deteniendo el aumento de conversiones, leads o cualquier otra variable y convertirlas en sujetos de prueba, nos permitirá generar un mayor impacto en el negocio.
Define las hipotesis de tus pruebas
Antes de pensar en cómo ejecutar una prueba, es importante definir primero nuestra hipótesis. La hipótesis deber ser una suposición de lo que esperamos lograr con la prueba, basada en causa y efecto.
El beneficio más valioso de realizar pruebas en publicidad digital es que cada una de ellas desempeña un papel importante en la construcción y alcance de los objetivos de las marcas.
Cada aprendizaje nos ayudará a sustentar cada cambio o decisión de forma estratégica, dejando de lado las suposiciones o conjeturas. Además son una buena herramienta para incentivar la innovación y la adquisición de conocimientos entre los equipos de trabajo.