Agosto era el mes de la esperanza para el cine… era es la palabra clave ahora. Y la cuestión está en que la última parte del año enfrenta, además de la incertidumbre permanente ante el COVID19, otros retos también: regresa el periodo escolar, la cartelera se enfoca en productos “más serios” y la ventana de estreno para grandes super producciones prácticamente se reduce a diciembre. En la mezcla siguen cientos de salas de cine cerradas y otras tanta con asistencia mínima que ni siquiera alcanza las tres cifras en un día. Como resultado, el periodo para “calentar” las salas ni siquiera ha conseguido entibiarlas, haciendo dudar a los grandes estudios de estrenar películas con grandes presupuestos.
“Tenet”, la película que se creía haría volver a la gente a las salas en agosto, ha sido retirada del calendario y, al cierre de edición, aún no se confirma una fecha nueva. Casos similares han surgido para “Mulán”, “Un lugar en silencio II” y “Top Gun: Maverick”; otros títulos seguirán los próximos días. Todos están siendo recalendarizados para 2021, por lo que la ola de cambios continuará. Son pocos los filmes que conservan su fecha o se vislumbran para la última parte de ello. Por ejemplo, “The New Mutants” se espera para el 28 de agosto, mientras que “Bill and Ted Face the Música” ahora llegará el 1° de septiembre de manera simultánea en salas y streaming (una novedad para un título de su perfil).
Las acciones anteriores resuelven la competencia brutal que comentaba en este espacio hace un par de semanas en “De cómo la industria del cine se está poniendo la soga al cuello” y que le daba poco margen a un estreno fuerte antes de que llegara el próximo. En 2019, Disney mostró que un mes es un periodo razonable, el calendario anterior tenía uno detrás de otro, cada semana. Ahora, estas modificaciones no resuelven la mayor preocupación de los estudios.
No es poco exagerado decir que después del mejor año para la industria del cine en 2019 con más de 42 billones de dólares, 2020 será el peor. El retiro de títulos como “Tenet” o “Mulán”, dos de los de más interés para el público, obedece a la incertidumbre que reina y a que los estudios no están seguros de que el público regrese a las salas. Para una película de esas dimensiones, con un presupuesto de 100 millones de dólares o más, el primer fin de semana es vital. Ese fin de semana establece la base sobre la cual se construirán los ingresos puesto que generalmente cada semana van decreciendo en un 60%. La recaudación final de la película es la combinación de dicho factor con la capacidad de la película de atraer nuevos públicos y mantenerse vigente frente a los nuevos estrenos, lo que dará el número de semanas que permanezca en la taquilla.
Los estudios contemplan, al momento, tener estrenos en la última parte del año, pero serán estrenos de un riesgo menor. Por ejemplo, “Bill and Ted Face the Music” tiene un presupuesto de 25 millones de dólares, monto mucho más manejable cuando se compara con los 200 millones que costó “Tenet”. Aún así, los estudios saben que dichos estrenos son insuficientes en un año de inanición para la industria, sin mencionar la fuerte crisis que aqueja a las salas de cine (tan sólo en México, Cinemex y Cinépolis han anunciado ya el cierre de varios complejos). Por ello, se ha planteado como medida emergente la posibilidad de estrenar por regiones, según la pandemia y los periodos de cuarentena lo permitan. Ello podría hacer que “Tenet” llegue primero a Europa y semanas o incluso meses después a EE. UU.
La medida es radical y no está exenta de riesgo, el principal la piratería, seguido del factor expectativa y la filtración de spoilers (muy relevantes para títulos como el mencionado o los de Marvel). No obstante, permitiría a la industria tener mejores ingresos que los que han logrado los clásicos (quién diría que “La bella y la bestia” regresaría al número uno años después o que “El hombre invisible” volvería a la primera posición; hay récords inusuales que difícilmente se repetirán y que bien valen la pena discutir en otro momento).
Los estudios ya han estrenado blockbusters en un territorio antes, pero la ventana había sido de días, máximo una semana y nunca cuando ese territorio era EE.UU., el principal, o China, el secundario. Ése es otro de los temas. Aun así, en tiempos de crisis este modelo se antoja como otra medida que podrá darle un poco de vida y cuyas consecuencias se combinarán, reconfigurando el modelo de negocio, para la “nueva” industria del cine cuando la “nueva” normalidad deje de serlo o se regrese a la “antigua”.