Hace unas semanas, preparábamos un análisis sobre el impacto de la pandemia en nuestra vida laboral, social y personal. Un camino era contrastar todo lo negativo, contra aquello positivo que podría derivar del confinamiento. En el grupo había, afortunadamente, opiniones confrontadas, desde quienes planteaban una visión más equilibrada, hasta quienes de plano declaraban que nada positivo podría surgir de esta calamidad.
Aunque parecía difícil alcanzar un balance, al discutir los diferentes ángulos sobre el tema, empezaron a surgir muchos signos positivos, especialmente en el campo laboral. El trabajo remoto ha mostrado claras ventajas, no solo en el rendimiento de los empleados, sino incluso en su actitud. Simplemente el ahorrarse el tiempo en traslados, repercute de manera positiva en el estado de ánimo y en el rendimiento.
Tenemos entonces empleados más efectivos y más animados. El tiempo en casa, sin distracciones, sin interrupciones, sin horarios estrictos, les da espacio no solo para completar sus tareas con oportunidad, sino que les deja capacidad para realizar otras actividades que bien pueden orientarse en beneficio de su desarrollo personal y profesional.
Durante la cuarentena, las personas están aprovechando este tiempo libre más de lo habitual y están considerando esta oportunidad para aprender nuevas competencias, repasar habilidades laborales clave o simplemente sumergirse en un tópico que siempre les interese. Es entonces, el momento ideal para crear y para crecer profesionalmente.
De acuerdo a un estudio de la organización findcourses, el 45% de los encuestados dijeron que tenían más probabilidades de aprender en los próximos tres meses debido a COVID-19. También rebela que el 53% dice que esto se debe a que tendrán más tiempo para poder dedicarse al aprendizaje. Para otros, hay un enfoque real en la empleabilidad y la capacidad de búsqueda de empleo con su adiestramiento: el 34% desea capacitarse para ser más valioso para sus empleadores actuales y el 23% para ayudar con sus esfuerzos de búsqueda de empleo.
En el caso de la comunicación y las relaciones públicas, hay una marcada tendencia para solicitar cursos de idiomas y de redacción, así como el perfeccionamiento en el manejo de herramientas desde el paquete Word, hasta algunos más sofisticados de análisis de datos, diseño, fotografía y producción de video.
Para ello están recurriendo a una gran variedad de opciones en sitios especializados, que ofrecen cursos gratuitos, como el caso de Academia Ahrefs, la popular herramienta de análisis de marketing digital. Aquí, los lectores pueden acceder a tutoriales en profundidad sobre tácticas de SEO, investigación de temas, divulgación y más.
Uno de los sitios más solicitados es Udemy, una escuela virtual popular entre los profesionales de la comunicación. Aquí, podrán descubrirán una variada oferta de cursos, muchos de ellos gratuitos. Los usuarios pueden aprender sobre fotografía, diseño y sobre marketing en redes sociales.
Otra fuente también muy recurrida por los comunicadores, es la Academia de Creadores de YouTube, desarrollada para ayudar a los usuarios a conocer los recovecos de la creación y promoción de contenido de video. Aquí se pueden tomar cursos en profundidad sobre estrategia de contenido, producción, optimización de canales y más. Para los principiantes, la guía de inicio rápido de YouTube es un buen lugar para comenzar.
El encierro también ha sido un terreno fértil para la creatividad. Una queja constante de los comunicadores, es que, inmersos en la vorágine de las tareas cotidianas, poco tiempo les queda para dedicárselo a la creatividad. La situación actual, le está dando también su espacio al cerebro.
Es el momento de concretar ideas, de cuajar proyectos, de culminar ese texto soñado o esa estrategia ganadora. Es la gran oportunidad para abordar con calma aquellas tareas que terminamos con prisa o en la qué de plano nos dimos por vencidos al no tener el entorno apropiado para concentrarnos en el.
John Kounios, director del Laboratorio de Investigación de Creatividad de la Universidad de Drexel, afirma que “estamos ante una señal de recompensa relacionada con la comprensión, que puede ser una manifestación de un mecanismo evolutivamente adaptado para el refuerzo de la exploración, la resolución de problemas y el discernimiento creativo”.
En otras palabras, para algunos de nosotros, la creatividad nos sienta bien. No es de extrañar, que cuando estamos privados de nuestras diversiones habituales, muchos de nosotros pasamos a la gratificación enriquecedora de dejar que nuestra creatividad se desate.
Si bien esta pandemia ha revelado grandes desigualdades en la sociedad, sin duda, también ha revelado la profunda curiosidad e inventiva del espíritu humano. Al final, la creatividad no es un privilegio, sino es parte de nuestro núcleo de supervivencia y adaptabilidad.