El reto para los próximos 20 años será la originalidad. Buscadores de inteligencia artificial y Big Data sólo se basan en datos existentes. Las bases de datos que sustentan sus resultados son increíblemente grandes, pero están limitados a lo que ya existe. Se alimentan de una variedad de fuentes, incluyendo noticias, blogs, foros, libros, periódicos, conversaciones en línea, y mucho más. Para los creadores de contenido, lo que los diferenciará serán las preguntas que formulen, no necesariamente las respuestas que obtengan. Esto representa un cambio de paradigma en la educación a nivel mundial, similar al cambio que ocurrió durante la revolución industrial.
Desde entonces, la tecnología ha avanzado y los seres humanos tendremos que asumir un nuevo rol en su contexto. Por ejemplo, Boston Dynamics, empresa de robótica de Google, demuestra cómo un robot puede realizar tareas con agilidad y precisión, amenazando el trabajo humano en tareas repetitivas. Los videos de Atlas son realmente impresionantes y parecería que vemos un película de ciencia ficción.
En el terreno de la inteligencia artificial, herramientas que pueden generar textos complejos a partir de preguntas, demuestran que un alumno que respondía exámenes estandarizados ha quedado en el pasado. La academia deberá responder con preguntas en lugar de respuestas en los exámenes, y el valor del alumno estará en su capacidad de formular preguntas correctas a estos motores de inteligencia artificial. A través de las preguntas correctas, obtendremos soluciones innovadoras. Por primera vez en mucho tiempo, se valorará más la capacidad de plantear soluciones que el producto final.
La originalidad y el marketing
En mercadotecnia, los días en los que lo único que importaba era el número de clics, impresiones o conversiones han quedado atrás. La creatividad y la originalidad volverán a ser valoradas por encima del desempeño. Esto se debe a que el desempeño se logrará casi por sí solo a través de la inteligencia artificial, que integrará mensajes hasta encontrar la mejor combinación para que un consumidor compre un producto. Sin embargo, todas las marcas tendrán acceso a la misma tecnología, por lo que el mayor valor estará en crear cosas únicas que nadie más haya pensado y que no estén basadas en información del pasado.
Los gobiernos también sentirán este cambio. Ganar una campaña política requerirá más que un esfuerzo de alcance, sino que también tendrá que ver con políticos capaces de idear soluciones completamente nuevas para problemas inéditos. Al final, el votante podrá consultar un motor de inteligencia artificial si lo que desea es mejorar el alumbrado en su colonia.
Es común escuchar que “no hay nada nuevo bajo el sol”. Con la llegada de robots, inteligencia artificial, Big Data y capacidad de cómputo cuántico, esta frase es más cierta que nunca. La información que se utiliza para las respuestas de los motores de inteligencia artificial está basada en información existente, solo presentada de manera diferente para cada usuario. Por eso, ser original es clave para el éxito y los empleos del futuro.
Para asegurar nuestro futuro profesional o el de nuestros hijos, es importante considerar seriamente invertir en su habilidad para argumentar. En los países latinoamericanos con sistemas educativos fracasados que se han basado en exámenes estandarizados, el futuro se ve complicado. Recuerdo que en la preparatoria, un maestro me regaló el mejor libro que he tenido en mi vida: “Cómo debatir”. Años después, me doy cuenta de que la habilidad más importante que recibí en mi educación fue la capacidad de presentar ideas, argumentar y procesar información. En Harvard la metodología del caso que utiliza un sistema de tres pasos: hechos, análisis y conclusión, podría quedar caduco. Los hechos se pueden presentar rápidamente pero —de nuevo— podrían estar equivocados.
Ningún ser humano puede competir con un chatbot de inteligencia artificial, ya que tiene acceso a mucha información y es capaz de unir ideas complejas, o por lo menos eso nos hace pensar. Pero, hasta ahora, ninguna de estas herramientas tecnológicas es capaz de crear una idea original. Es la imaginación humana la que hará que estas herramientas sean verdaderamente poderosas. La combinación de ingenuidad y originalidad con una herramienta que nos hace más eficientes abrirá las puertas a un futuro brillante, siempre y cuando haya un estado, familias e instituciones que fomenten una nueva generación de estudiantes con una filosofía educativa basada en el cuestionamiento y la argumentación.
En contraste, el uso excesivo de herramientas que ayudan al ser humano nos hace perder algunas habilidades. Esto es así en el trabajo manual, ciertamente la mayoría de la población perdió la capacidad de trabajar la tierra a causa de la revolución industrial. Lo mismo podría ser por el abuso de asistentes de inteligencia artificial. El riesgo es la pérdida de pensamiento crítico y análisis.
Los próximos años requerirán líderes que utilicen estas herramientas para potenciar su alcance, no para reducir su carga intelectual. Sólo a través de estas herramientas abriremos un nuevo nivel de creatividad.