Durante el mes de julio la Unión Europea comenzó las negociaciones para tener un fondo de recuperación el cual logró concretarse la semana pasada. Con este fondo se repartirán más de 700,000 millones de euros entre los países miembros para rescatar las economías afectadas por la pandemia.
Es un día histórico para Europa, logrando un buen acuerdo en el momento adecuado. Y Angela Merkel ha sido quien ha liderado las conversaciones y acuerdos finales con los países miembros de la Unión Europea.
Merkel ha sido la canciller alemana desde 2005. El manejo de la crisis COVID-19 en Alemania ha sido notable, aplanando la curva de contagios, teniendo una baja tasa de mortalidad y protegiendo la economía alemana.
Definitivamente el liderazgo de Merkel durante la crisis COVID-19 ha sido un gran ejemplo del cual todos podemos aprender y hoy me gustaría resaltar algunos puntos:
- Rigor y pragmatismo.
Durante los 15 años que lleva como canciller alemana se ha caracterizado por su pragmatismo, el cual no siempre ha sido tomado positivamente. Con la crisis COVID-19, el ser de profesión química cuántica, ayudó a que viera la situación desde un punto de vista científico. Permitiéndole entender mejor la situación y poniendo al centro de sus decisiones el bienestar sanitario y económico del pueblo alemán.
Así es como ha ido implementando medidas tales como, pruebas tempranas y generalizadas para el diagnóstico precoz. Reduciendo de esta forma la propagación del virus al aislar a las personas diagnosticadas y darles un tratamiento adecuado. También estableció medidas más estrictas de distanciamiento social, además de comunicación clara y detallada a la población de la evolución de éstas.
Duplicó el número de camas con asistencia respiratoria para poner a los pacientes en un respirador antes de empeorarse. Sometió al personal médico, como población de riesgo, a pruebas periódicas, etc.
Entender las necesidades que van surgiendo a lo largo de una crisis, no subestimar su afectación, ni su tiempo de duración, ayuda a encontrar soluciones o maneras de mitigar su impacto, de forma que las reacciones sean efectivas y a su vez sostenibles.
- Comunicación clara, valiente y asertiva.
Su gran capacidad para explicar a la gente de forma clara, valiente y asertiva todo lo que iba ocurriendo, es sin duda su principal activo. Un ejemplo es su discurso del 16 de abril, donde la canciller explicó de forma sencilla la matemática detrás de la curva de propagación del virus y su impacto en el sistema sanitario. Fue un éxito de comunicación política la cual se hizo viral.
El uso de su tradicional pragmatismo combinado con el uso de emociones positivas, han resultado en: decisiones sensatas del gobierno, cierre de filas de la mayor parte de la clase política y confianza del pueblo alemán. Todos han sido factores fundamentales para suavizar la curva de contagios y tener una tasa de mortalidad muy baja.
Fue el primero de los líderes políticos en afirmar que podría ser afectado el 70% de la población de su país (muchos asintomáticos). Que iba a ser un proceso largo y que no era posible estimar la duración. Nombró esta crisis como la peor desde la Segunda Guerra Mundial, hizo que la población se tomara en serio las precauciones y hoy es uno de los países con más baja tasa de mortalidad.
Cuando el líder comunica de manera clara y asertiva incluyendo en los mensajes datos, hechos y emociones, el equipo confía y es más fácil generar colaboración para el bien común.
- Liderazgo colectivo buscando el bienestar del grupo.
Con la negociación de la Unión Europea, Merkel mostró que ante una crisis de tal magnitud, todos los miembros deben tener un bienestar base, si alguno de ellos está por debajo de ese mínimo de bienestar, entonces todo el grupo se ve afectado. No pueden estar bien algunos si otros están muy mal.
Así que durante la negociación llevó a un punto medio al grupo completo. Por ejemplo, a los países “Frugal Five” (Austria, Holanda, Dinamarca, Suecia y Finlandia) los sacó del esquema de sólo ver el beneficio de sus contribuyentes y agenda política individual. Ya que el monto de subsidio propuesto al principio, se disminuyó, lo cual no convenció inicialmente a los países más afectados (España e Italia), sin embargo se llegó a un monto lo suficientemente grande para inyectar la economía de Europa para los siguientes 3 años.
Aplicar el liderazgo como acción colectiva, donde el propósito y no la autoridad formal es lo que crea y anima a una comunidad, es sin duda una manera de inspirar a cada miembro del equipo a dar lo mejor de sí mismo. Así como tambien, lograr conectar las acciones del día a día con un sentido y significado mayores. Ayudar a la gente, mostrar solidaridad y hacer un llamado a la responsabilidad individual.
Situaciones extraordinarias requieren líderes y esfuerzos extraordinarios. Sigamos todos juntos contribuyendo para salir adelante de esta crisis sanitaria y económica. Seamos rigurosos con las recomendaciones sanitarias, pragmáticos para activar la economía, claros en nuestra comunicación y sobretodo apliquemos un liderazgo colectivo buscando el bienestar de todos.
Para conferencias o cursos corporativos en liderazgo o asesorías en desarrollo de negocio o plan de carrera, escríbeme a [email protected]. ¡Hablemos de tu desarrollo!