Siempre se habla de la necesidad de que los mandos medios y altos no sólo apunten los errores de sus subordinados, sino que traten de acentuar sus virtudes y los elogien cuando algo está realmente bien hecho.
“Es su trabajo hacer bien su trabajo”, suelen decir los jefes cuando reniegan de felicitar a sus empleados por una tarea bien hecha. Algo a lo que los entrenadores responden: “Y es tu trabajo felicitar a los que hacen bien su trabajo”.
Sin embargo, poco se habla del otro interlocutor en este proceso. Cuando un jefe elogia a un empleado, ¿cómo debería ser la reacción de éste para obtener provecho?
Casi todos los empleados anhelan comentarios positivos, pero cuando comienzan a llegar los elogios, muchos se avergüenzan, se hunden en sus asientos, miran hacia otro lado o incluso intentan negar o rechazar el cumplido. Aceptar comentarios positivos sobre tu trabajo es importante.
“Dar y recibir retroalimentación es una de las habilidades más esenciales para crear confianza y relaciones significativas en el trabajo, pero es una de las cosas más difíciles que tenemos que enfrentar como seres humanos”, le dijo a la CNN Rebecca Aced-Molina, entrenadora de liderazgo.
Para la especialista, el empleado debe asegurarse de estas tres cosas:
- Reconocer el elogio y demostrar que lo aprecia.
- Abstenerse de interrumpir o desviar la atención en el momento de recibir cualquier elogio.
- Mantener el contacto visual con el jefe.
“La forma en que los empleados reciben y reconocen los elogios y los comentarios positivos pueden impactar las relaciones laborales y en el crecimiento profesional”, explicó Aced-Molina.
Cómo reaccionar
La clave para aceptar los elogios en el trabajo es demostrar que se lo recibió y que se lo aprecia.
Una respuesta simple de “muchas gracias, te agradezco que lo hayas dicho” o “gracias, trabajé muy duro en eso” puede ser suficiente.
Además, si hubo otras personas que contribuyeron al éxito, se debe mencionar también a quiénes asistieron.
“Y no hay que olvidar el lenguaje corporal al recibir el cumplido: hay que asegurarse de sentarse derecho y hacer contacto visual”, dijo la experta.
Volviendo a las felicitaciones de los jefes, son positivas para la empresa y las relaciones laborales si resulta creíble.
Según Carles Canals, “debe responder a actuaciones concretas, específicas, claramente identificadas. De esta manera, todos advierten que no hay trato preferencial para algunos e identifican qué gestiones, procedimientos y actitudes se premiaron”.
Y agrega: “Más se valora una felicitación cuanto más personal es”. Los elogios en general no suelen sumar demasiado.
En organizaciones con pocas personas, sirve que su inmediato superior acuda a su puesto de trabajo a felicitarlo o que alguien de mayor nivel lo llame al empleado a su despacho para tener una breve reunión. Lo que mejor se adapte al estilo del directivo: el receptor ha de percibir que la felicitación es auténtica, que a su jefe el elogio le sale de dentro, dice Canals.