Buenos Aires, Argentina.- Una guía elaborada por Intel ayuda a reconocer si las computadoras se están volviendo obsoletas y necesitan una actualización de software y hardware. Según estiman, el tiempo entre una renovación y otra no debería superar los 4 años. Si no se hace, se pierde productividad.
En una guía dada a conocer por Intel Argentina y publicada por el sitio InfoNegocios, se pueden reconocer una serie de parámetros que determinan si estamos ante la necesidad de una actualización de las computadoras de una organización. Estas son 5 de las más importantes señales de desgaste:
- Si 6 de cada 10 computadoras en una compañía son de escritorio, es posible que se esté desaprovechando la posibilidad de incrementar en 8 horas la productividad semanal de los empleados. Esto se lograría reemplazándolas por equipos portátiles. Una ultrabooks, por caso, da movilidad y potencia a la vez, lo que ayuda a sumar productividad, en cualquier lugar.
- Si aumenta el costo del mantenimiento, hay evidencia de impacto directo en el negocio. Las PC obsoletas pueden costar más de 1.700 dólares anuales en mantenimiento y por la pérdida de productividad.
- Sin garantía. Luego de 3 años, los costos de mantenimiento aumentan también porque fundamentalmente las garantías se vencen o la vida útil de las baterías llegó a su fin.
- Si el sistema operativo y las aplicaciones cumplen 10 años, es posible que pronto ya no haya soporte. “Esto no sólo impactará en tus costos sino en la eficiencia de quienes trabajan contigo”, explican en Infonegocios en base a los datos de Intel.
- Si los empleados demandan una mejor experiencia de usuario, las PC están volviéndose viejas. Con dispositivos más modernos y mayores prestaciones, los usuarios se sienten menos propensos usar equipos no autorizados en la empresa o con brechas de seguridad que pueden generarte mayores problemas. Infográfico ▼
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