El marketing político es -en concreto- un método para hacer campañas. por medio de componentes como la ciencia política, la sociología electoral y la comunicación.
Sabemos que se trata de marketing político porque mientras el comercial aspira a un intercambio de objetos, el primero reacciona a estímulos diferentes y se enfoca en la aceptación popular y el posicionamiento político.
Su información parte de un diagnóstico socio político, el que permite constituir una estrategia conformada por un mensaje grupos objetivo, medios de difusión y contenidos dirigidos a un segmento específico, apoyados de datos obtenidos por medios diversos como las populares encuestas.
Un buen estratega de esta clase de mercadotecnia debe cubrir cuatro puntos clave:
Cómo es el candidato
Cómo son sus adversarios
Quiénes son los votantes
De qué va la elección
Una vez determinado esto, la estrategia debe derivar en un mismo sentido: lograr que lo que dice el slogan del candidato, haga match con lo que proyecta, con lo que la gente cree saber de él, antes y después de los comicios.
En la actualidad, las redes sociales constituyen un aliado infalible para comunicar contenido que genera engagement con el electorado y después de la elección con los habitantes de la región comandada por el personaje. El caso del presidente Enrique Peña Nieto es un claro ejemplo de cómo estas, pueden convertir a un personaje de villano a un sujeto gracioso.
Ten la actualidad, también Big Data es clave para las elecciones. Recordemos el caso de Cambridge Analytica y su presunta relación con elecciones en Estados Unidos. Justamente hoy es tendencia por su supuesto acercamiento con el Partido Revolucionario Institucional (PRI), de acuerdo con The New York Times, previo a las elecciones en México.