El Covid-19 ha dejado secuelas que serán muy difíciles de borrar en numerosas industrias (por no decir en todas). En algunos casos, la gravedad es extrema y no será nada sencilla la recuperación en la pospandemia.
En segmentos de negocios como restaurantes, hoteles y sectores vinculados al entretenimiento, la salida de la crisis económica derivada de la sanitaria puede llevar años.
Para muestra, basta este ejemplo de Argentina. Un informe del Instituto de Estudios Económicos sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral), dice que una serie de actividades no están pudiendo salir de la crisis y que éstas representan un tercio del PIB del país.
Así es, se trata de sectores más dependientes de una solución efectiva al problema sanitario que, juntos, abarcan al 35 por ciento del producto interno bruto de la Argentina. Entre esas actividades están, además de los vinculados al ocio y el turismo, el transporte y parte de los sectores relacionados con el consumo.
¿Cuál puede ser la solución? Una investigación de IRI y Lantern realizada en España llamada “Pulso de la innovación en Gran Consumo” indaga respecto de la innovación en la industria de los alimentos y bebidas en ese país europeo en la pospandemia.
El estudio, publicado por Aral, se basa en encuestas a CEO y CMO de casi 60 fabricantes que tienen plantas y distribución en España, como Danone, Osborne y Raventós Codorníu, entre otros. Además de retailers con ventas en ese país.
Los resultados dicen que la realidad del sector luego del golpe que significó la pandemia mejoró en el primer semestre de 2021 en relación con 2020 y que han cambiado algunos hábitos de consumo para volverse “híbridos”.
De acuerdo con los datos del estudio, el 60 por ciento de los fabricantes dice que en 2021 sus ventas no se vieron afectadas o, en algunos casos, mejoraron por los nuevos modelos de consumo de los españoles.
Respecto de los distribuidores de alimentos y bebidas, ninguno dice que en 2021 le esté yendo peor que en 2020 .
Por otra parte, un dato interesante: las empresas se están planteando objetivo de crecimiento en 2021 en relación con 2019, algo impensado cuando promediaba la pandemia, a finales de 2020.
En la mayoría de los casos, la estrategia se está enfocando en resolver el abastecimiento y hacer crecer la seguridad y la higiene en los puntos de venta.
La innovación como prioridad
En este escenario, la innovación es la prioridad, dice la mayoría de los encuestados.
Si bien el 14 por ciento advierte que necesita más recursos para desarrollar proyectos de i + D, el 64 por ciento responde que la innovación es una “absoluta prioridad” para quienes dirigen la compañía.
En forma concreta, este año, los esfuerzos por avanzar en innovación se están llevando a cabo especialmente en estos aspectos:
- 70%: en potenciar productos y marcas que ya existen
- 64%: en nuevos productos
- 46%: en nuevos canales de venta
- 38%: nuevos mercados geográficos
- 33%: están llevando a cabo proyectos por fuera de sus negocios
- 21%: buscando innovar desde el apoyo a startups
En lo relacionado con la toma de decisiones en las compañías, la investigación dice también que cada vez más están usando datos con la idea de enfocar la estrategia de innovación.
El 79 por ciento de los encuestados afirma apoyarse en investigaciones de mercado cuantitativas y el 75%, lo hace en investigaciones cualitativas.
Esos mismos datos, en 2020, eran el 55% y el 53%, respectivamente.
Es poco, pero es algo: el 2% está usando estrategias que utilizan inteligencia artificial.