Santiago, Chile.- No queda nada para el 21 de diciembre y probablemente, después de que el “mundo se haya acabado”, muchas cosas seguirán igual que hasta hoy, al menos en términos de “ganar el pan con el sudor de tu frente”. ¿Cuál es tu situación actual? ¿Trabajas en algo que no te satisface? ¿Estás desempleado y tienes miedo de no conseguir otro puesto? Entonces, es tiempo de reinventarse.
Lo primero que es necesario tener en cuenta es que, desde hace décadas, la modalidad laboral viene cambiando constantemente. En tiempos de nuestros padres, lo usual era ingresar al mundo del trabajo en un área y pasar toda la vida en ella. Hoy, las posibilidades son múltiples. La tecnología nos permite nuevas formas de relacionarnos comercialmente y los nichos tradicionales ya no son la única alternativa. Además, tenemos la opción de hacer personal branding mejor y más rápido que ante, a través de redes sociales.
Convengamos que la cesantía conlleva un estado de angustia por la poca certeza sobre el futuro, pero ¿alguien tiene la seguridad de que mañana su vida será la misma? Quienes hablan del cambio de conciencia aseguran que comenzaremos a vivir el presente, olvidándonos del tiempo lineal, lo que es un gran consejo cuando estás en etapa de reinvención. El miedo al futuro es una limitante, olvídalo. El futuro aún no llega.
El segundo paso es analizar tus talentos, tus capacidades y pasiones. Todos somos buenos para algo y disfrutamos haciéndolo, entonces ¿por qué no hacer de ese algo una profesión? Si te manejas bien con la gente y tienes buena disposición, puedes ofrecer tu compañía por horas a adultos mayores, para hacer trámites o compras, por ejemplo. Si eres bueno en tecnología y tienes paciencia, una opción es enseñar lo que sabes, a quienes aún temen a los computadores. ¿Cantaste en una banda cuando joven? Tal vez es hora de retomar la pasión y comenzar a presentarte al menos una vez a la semana en pubs. ¿Por qué no? Analiza lo que puedes hacer, es más de lo que crees.
Evitar la inmovilidad es algo fundamental en etapa de cambios. Conozco gente que lleva meses cesante porque “no encuentra un puesto” adecuado a sus competencias y no se interesa por otras actividades. Como sienten que su valoración disminuirá, prefieren seguir quejándose, a optar por algún tipo de salvavidas. Pero, si no hay movimiento, no hay energía y si no hay energía, es poco probable que consigas algún trabajo que la necesite.
Una buena idea, para mantenerte activa/o es el trabajo mediante plataformas extranjeras, las que permiten el contacto con empresas que utilizan el sistema de “outsourcing”. Periodistas, secretarias, IT, diseñadores, músicos y profesionales en general, forman parte de las necesidades mundiales de trabajo. Si no sabes inglés, puedes acceder a los traductores en línea, que han mejorado bastante los últimos años. De esta forma podrás conocer las instrucciones primero y luego contactar a quienes necesiten tus servicios en español. Algunos sitios recomendados son Elance, Freelancer y oDesk. Este último tiene excelentes comentarios por los usuarios y además es una plataforma gratuita para profesionales.
Ahora, si después del 21 de diciembre nos quedamos sin electricidad, todo comenzará de nuevo y estaremos a la par con el resto de la humanidad. Ahí, nos tendremos que reinventar en conjunto. Habrá que ver qué sucede entonces 😉