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De acuerdo con IMD, hasta seis de cada 10 negocios quieren apostar a la sustentabilidad de sus empresas
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Según Omnicore, la marca de Snapchat esta valuada en alrededor de 25 mil millones de dólares
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GM, IBM, Starbucks, Chrysler y LEGO también estuvieron, en algún punto de su historia, al borde de la bancarrota
Varias de las compañías líderes en el mercado tienen una historia de éxito frente a todas las adversidades. Microsoft fue fundada por dos individuos que abandonaron sus carreras para apostar por un negocio. Toys R Us trabaja arduamente para revivir su modelo de negocio en Estados Unidos. Compañías como Apple, Best Buy y Marvel también casi pierden su marca por problemas financieros.
Una marca que podría poner en riesgo su historia de superación es Snapchat. La red social ha lanzado una exitosa estrategia de reestructuración que le ha permitido entregar resultados superiores a los de sus competidores. Sin embargo, de acuerdo con Adweek, la empresa planea iniciar una ronda de venta de acciones. Con ingresos de mil millones de dólares (mdd), se espera que la venta le ayude a adquirir otras empresas.
¿Por qué tu marca no debe ahogarse en su éxito?
La estrategia de la red social es arriesgada porque va en contra de la tendencia de varias marcas. Disney, por ejemplo, se deshizo hace poco de una de sus plataformas de streaming para concentrar sus esfuerzos en Hulu y Disney+. Fox, tras vender la mayoría de sus unidades de negocio, ha puesto en riesgo su marca con iniciativas en apuestas y servicios financieros.
Este acercamiento es negativo por varias razones. De acuerdo con Business Know How, una marca puede fallar, en parte, por expandir su negocio con demasiada rapidez. FreshBooks, por su parte, reafirma que la visión a largo plazo, sustentable, es crucial para asegurar el futuro de las compañías. Forbes menciona que también es un peligro construir un negocio donde no exista una fuente de ingresos probada y estable.
Tiene sentido que una marca desee comerse al mundo cuando alcanza éxito inusitado. Sin embargo, hacer sangrar un negocio para alcanzar dominancia del mercado ha probado ser, una y otra vez, una estrategia falible. Aún si hay empresas que han apostado a multimillonarias pérdidas a cambio de un éxito futuro, para algunas los resultados no son los mejores. O bien, tuvieron un enfoque muy claro que la mejor estrategia era cimentar bases para el largo plazo.