La salud mental de tu equipo es fundamental para el éxito de cualquier organización. Como líder, tienes la responsabilidad de asegurarte de que tus empleados estén felices, motivados y en equilibrio emocional
Un equipo saludable es más productivo, creativo y leal. Por otro lado, un equipo estresado, insatisfecho o desmotivado será más propenso a los conflictos, la falta de motivación y la ausencia de productividad afectando sus aptitudes y tu imagen como líder, creando un riesgo en tu reputación y marca personal.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, los principales factores que afectan la salud mental de tus colaboradores son: falta de equilibrio entre la vida personal y profesional, mala comunicación entre el líder y su equipo, miedo a perder el empleo y que como líder te proyectes inseguro o inestable afectando tu toma de decisiones.
¿Cómo puedes evitar esto? Pon en práctica las siguientes estrategias:
1. Comunicación.
Fomenta un ambiente de comunicación abierta y respetuosa con tu equipo de trabajo. Escucha las preocupaciones y necesidades de cada miembro y crea un espacio seguro para hablar y compartir.
2. Organización.
Lleva una estructura y calendario sobre lo esperado en resultados. Platícalo previamente con tu equipo, te dará la pauta y apertura para que ellos te comuniquen si consideran que el tiempo y lo solicitado son realistas. No te cierres a escucharlos, recuerda que generar empatía te posicionará con una imagen más profesional.
3. Reconocimiento.
No está de más ser agradecido con quienes se involucran en lo que te importa; por ello, haz una pausa para reflexionar e identificar cuáles han sido esos resultados o actitudes clave de tus colaboradores que te han ayudado a llegar a dónde estás. Al reconocer a cada miembro, crearás un impacto positivo en su motivación y bienestar emocional.
4. Balance.
Establece horarios de trabajo claros y respeta las necesidades personales de cada miembro, ayudarás a mejorar el equilibrio entre su vida profesional y personal.
5. Capacitación.
Así como tú te esfuerzas por ser mejor cada día, no dejes de lado a quienes se involucran para que lo logres, ofrece oportunidades de formación y desarrollo a los miembros de tu equipo. Se sentirán valorados, apreciados y los beneficios de crecimiento serán mutuos.
Recuerda que un líder no solo es aquel que dirige un equipo, es quien se preocupa por su bienestar y siempre está dispuesto a que todos mejoren. Posiciona tu branding personal como un líder efectivo y ten un impacto positivo en tu imagen y marca personal.