Bajo la premisa de que los cliente son uno de los aspectos más importantes para toda empresa, se deben conocer los factores que ayudan a mejorar la lealtad de estos hacia una marca, lo que por consecuencia también mejorará el aspecto de la felicidad hacia la misma, y por otra parte, ello tendrá beneficios hacia los negocios. Un dato de la firma Bain & Co. indica que al incrementarse la retención de clientes en 5 por ciento, las ganancias se pueden potenciar entre el 25 y 95 por ciento.
Ante este tipo de potenciales beneficios, las empresas llevan a cabo diversos esfuerzos para tratar de mejorar la lealtad en sus clientes, pero, ¿realmente funcionan estos esfuerzos?, la respuesta inmediata sería un sí, Accenture reportó en un estudio de 2016 que los clientes que pertenecen a un programa de lealtad generan entre 12 y 18 por ciento más ingresos.
Dentro de las acciones que encontramos por parte de las empresas, destacan algunas que tienen la intención de exceder las expectativas del cliente, mantener las promesas y empoderar a los negocios.
¿Cuáles son esas acciones?
Sé proactivo: Hablando de ir más allá de lo que espera un cliente, la proactividad es la primera acción que una marca deben realizar. Las firmas deben destinar algo de tiempo y recursos para crear u optimizar algo que beneficie al cliente sin que este lo pida. Dentro de esta proactividad también se puede considerar la atención brindada a las personas, por ejemplo, a través de un email con tutoriales o mejores prácticas.
Sé humano: El avance de la tecnología ha supuesto una limitante entre el contacto con los clientes. Para estos es mejor llevar un trato de persona a persona que de persona a maquina y por ello, para mejorar esa lealtad y felicidad, es esencial para las marcas el esforzarse por crear más interacciones humanas que con el tiempo incrementarán la confianza del consumidor.
Sé oportuno: El tiempo es un factor que influye en gran nivel cuando se trata de gestionar la lealtad y felicidad de los clientes. Por parte de las empresas es necesario que exista un compromiso en cuanto a tiempos de entrega o respuesta que demuestren el respeto y valoración hacia los clientes.
Brinda seguimiento: No todo termina cuando un cliente recibe su producto o servicio, o cuando termina una reunión con este. Para las marcas debe ser fundamental continuar con acciones posteriores pues de ahí parte la generación de una buena impresión para ellos.
Por último, es importante recordad aquella frase que indica que es más fácil mantener a un cliente que adquirir uno nuevo pues con el paso del tiempo son más y más competidores los que se suman al mercado.