Actualmente, el comercio electrónico es el modo de comercializar productos y servicios más utilizado en el mundo, ya que las marcas no se involucran en el proceso, sino que existen compañías de e-commerce, medidadoras entre marca y cliente. Las más reconocidas a nivel global son Alibaba y Amazon.
No obstante, para concretar el e-commerce no es necesaria una plataforma especializada como la de ambas compañías, sino que el comercio electrónico se puede extender a redes sociales y correo electrónico. Para lograr concretar dicha actividad, solo falta seguir ambas directrices:
Obsequios. Es la manera más sencilla de recibir miles de correos electrónicos cuando comienzas a ofrecer un regalos. Si la audiencia responde con frialdad no familiarizada con tus productos, lo ideal es agregar un producto complementario que sea popular entre tu público objetivo y el obsequio que más ímpetu produzca. Desde luego no habrá necesidad de complicarse, ya que solo es necesario un folleto y una página de destino donde se pueda recolectar correos electrónicos.
Después, dirigir el tráfico a la página de la marca, para después seguir recopilando datos. Incluso se puede usar plataformas de marketing virales, y herramientas como Gleam-io pueden ser útiles para incentivar el intercambio y conseguir que participantes en el sorteo inviten a sus amistades.
Ofertas económicas. Si bien se trata de atraer clientes, lo correcto es segmentar a los clientes en función de los valores de los pedidos. Por lo tanto, se debe tratar a los nuevos clientes como desees y brindarles las secuencias y ofertas necesarias. Un ejemplo, sería ofertar 50 por ciento más barato un producto en su primera compra, y eso puede ocasionar hasta 10 veces más tráfico que no hacer nada.