Si bien es cierto que la publicidad es el elemento más importante para posicionar a una marca, la creatividad con la que se promociona un producto puede ser determinante para que consumidores y ajenos a las marcas la ubiquen como un objeto “de culto”.
De acuerdo con Markets Inside, alcanzar el estatus de culto no es sencillo, ya que aumentar el atractivo de un producto no siempre depende de la publicidad, a menudo son estrategias de colaboración entre marcas, así como diversas estrategias de promoción, las cuales incluyen hacerlo de forma física y en la calle, de tal modo que ofrezcan una experiencia “especial” que vaya más allá de su logotipo o características.
Más que una estrategia de cobranding, existen ejemplos de compañías que se unen para crear estrategias de acercamiento con el público, como la de Grenson y New Balance, en 2016, las cuales desarrollaron el proyecto “One Shoes, Two Factories”, que promocionaba desde una fábrica, que después remitía a la fábrica de New Balance.
Otro elemento son las ediciones limitadas de productos icónicos, como tenis, bicicletas, motocicletas, artículos de vestimentas, productos que marcaron tendencia en alguna época, los cuales son retomados con un diseño retro-actual. Como resultado, los productos suelen agotarse en cuestión de días.
Además, algunas compañías suelen asociarse con minoristas, las cuales ayudan a transmitir la “pasión por el producto”, lo cual ayuda a crear una legión de fanáticos a nivel global.