Este martes, las noticias procedentes de Wall Steet tenían que ver con la salida a bolsa del servicio de música vía streaming, Spotify, quien demoró más de tres horas para comercializar sus títulos públicamente; en la víspera, se había informado que los papeles de la firma no irían por la vía de la oferta pública inicial (OPI) sino por una estructura en la que los inversionistas existentes vendan directamente al público las acciones, sin ofrecer nuevos títulos propios.

Así sucedió, de acuerdo con Bloomberg, alrededor del mediodía, tiempo de la Ciudad de México, inició la jornada de operaciones para Spotify a un precio por unidad de 165.90 dólares, con 5.6 millones de acciones cambiadas a ese precio inicial. Al cierre de las actividades bursátiles, los papeles de la empresa finalizaron con una caída del 10 por ciento a 149.01 dólares por título, con lo que se valoró a la compañía en alrededor de 27 mil millones de dólares.

Según el medio, estos modestos movimientos son vistos como una señal de que la plataforma digital tuvo el deseo de evitar un debut tumultuoso; a primeras horas del día, el presidente de la firma, Daniel Ek, escribió en que se preparaban para un inicio en bolsa potencialmente adverso, “no tengo dudas, habrá altibajos”.

Sin embargo, el primer día de cotizaciones resultó mejor de lo esperado ya que se estimaba que el precio de las acciones de Spotify rondaría los 132 dólares, lo que le daría a la empresa un valor superior a los 23 mil millones. En febrero de este año, la plataforma fue valuada en cerca de 20 mil millones de dólares, tomando en cuenta transacciones de acciones privadas entre inversionistas.

“Nada sucede en una línea recta, los últimos 10 años me han enseñado eso” sentenció Ek en una publicación en el blog de la empresa.

El hecho de haber decidido no salir mediante una OPI, representó que sus acciones no dieran un salto del 30 por ciento, la referencia común para una oferta pública exitosa; derivado de ello, los asesores de la firma se cuestionan si la valoración del mercado es sostenible, dado que el precio fue establecido por un número relativamente pequeño.

Según Bloomberg, cercano al cierre de operaciones, únicamente alrededor de 30 millones de acciones se habían negociado; existen más de 100 millones de acciones disponibles en el mercado, ya que no hay restricciones para la venta.

De acuerdo con el medio, las acciones de Spotify levantaron vuelo con la ayuda de sus asesores Goldman Sachs, Morgan Stanley, Allen & Co., así como el formador de mercado designado Citadel Securities. En la cotización directa no hay un banco que funcione de agente de estabilización, la empresa supervisa la fijación del primer precio y puede ayudar a apuntalar acciones tambaleantes mediante la compra de una parte.

En lugar de ello, se instruyó a Morgan Stanley que ayude a Citadel a determinar el precio de apertura según la inteligencia de oferta y demanda obtenida de conversaciones con inversores actuales y potenciales.