Algunos clientes con mucho más confiados y despreocupados. Otros son más miedosos y les costará mucho más regresar a la vida normal. No hay esquemas ni posturas buenas o malas. Todos es respetable y se trata de una lectura y reflexión de aprendizaje para entender mejor y hacer mejores negocios.
No habrá nada mejor que la reactivación de la economía después de más de un años de estar parados muchos motores económicos que desatan navegación para muchos países de LATAM. Por ejemplo, en México recibimos cerca de 88 millones de dólares en remesas todos los días de los paisanos que trabajan en EE.UU y durante la pandemia se han incrementado en un 2% ó 5% nunca han disminuido. Por el contrario. En tiempos difíciles siempre suben. Todo genera que las economías de los países satélites, como México, de EE.UU reaccionen para bien su América le va bien y mal si al país del norte la va mal. Dependemos en todo de ellos. Pero momento. A EE.UU le está yendo muy bien en los últimos 6 meses. Viven subsidiados. A prácticamente todo el mundo les están dando dinero por la Pandemia y eso hace que no exista desempleo y que la economía se fortalezca. Esos sí vivirán con inflación y endeudados pero ese es otro tema.
¿Cómo serán los clientes después de la pandemia? Pues serán des dos tipos. Los pandémicos (con miedo a contagiarse por virus) y los complotistas o negacionistas (que creen tanto en el virus o creen que se exagera mucho). Serán dos extremos polarizados y entre ellos unos matices de grises muy grandes y diluidos. El regreso a la normalidad será poco a poco. Con pruebas y más errores. Muchas veces tendremos que retroceder para volver a comenzar pero así será en camino.
El secreto será observar lo que pasa en las escuelas y las universidades. Los lugares más seguros en apariencia de las sociedades. Aquí están las personas que más queremos. El regreso a clases será un ejemplo para productores de experiencias híbridas y sensoriales del futuro. Lo que queda es observar, medir, ejecutar, volver a medir y volver a observar.