Los estilos de vida y las acciones de los consumidores se han visto impactados por el uso de la tecnología, como una apuesta en crecimiento por el mayor número de audiencias dispuestas a usar un smartphone y la obligación de las marcas a responder a estas audiencias a través de redes sociales.
Estos dos ejemplos que mencionamos en el anterior párrafo, son parte de un fértil escenario digital, donde se ha comprometido en mayor proporción el alcance de las acciones digitales, debido al número de personas que guardan relación con la tecnología.
Lo anterior lo vimos con acciones como las implementadas por las compañías tecnológicas a partir de la experiencia de usuario.
Dicho esto, resulta fundamental para las marcas descubrir el escenario digital y tecnológico.
Google por ejemplo, es considerada como la compañía tecnológica que más invierte en lobbying dentro de Estados Unidos, al registrar por este concepto durante el segundo trimestre de 2017, cinco millones 900 mil dólares, mientras que Amazon, la segunda que más invirtió en esta actividad entregó tres millones 200 mil dólares.
Pensemos en lo que Ipsos encontró en mercados como el italiano, en donde se dio cuenta en 2014 de que el principal efecto que la tecnología tuvo en en la relación que guardan los italianos con sus familiares y amigos es que facilita esta cercanía, además de que posibilita el constante diálogo entre los miembros de la familia.