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El crecimiento económico en América Latina descendió en por lo menos un 2.5 por ciento durante el año en curso.
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Los conflictos bélicos y los estragos generados por la actual crisis mundial de salud, han provocado una incertidumbre financiera.
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La rotación constante de trabajadores, significan uno de los principales problemas dentro de las empresas.
Derivado de la crisis mundial de salud y los conflictos bélicos a los que se enfrenta gran parte del mundo, se ha generado una creciente especulación económica, aspecto que ha provocado que todos los sectores comienzan a trabajar dentro de sus sistemas de organización interna, con el fin de adaptarse ante la nueva normalidad postcovid, en donde aspectos como el salario emocional en los trabajadores, resulta en una práctica importante tanto para los trabajadores como para las empresas.
Ante esta situación, el Fondo Monetario Internacional (FMI) informó que para el cierre de este año en curso se prevé una desaceleración significativa del crecimiento mundial, por lo que se especula que el crecimiento económico en América Latina descendió en por lo menos un 2.5 por ciento, cifra que entra en concordancia con el Índice de Precios al Consumidor quien registró una variación de 8.15 por ciento durante el año anterior, lo que representa la inflación más alta registrada desde diciembre del año 2000.
Cómo influye el salario emocional en los trabajadores ante la recesión
Dentro de la nueva normalidad, aspectos como el cuidado de la salud mental y una nueva política laboral, son aspectos que han tomado prioridad, ya que aspectos como el home office, las prestaciones y salario emocional, son parte de las grandes estrategias para la retención de talentos, por lo que tiene un impacto en la actividad y el entorno laboral de las empresas.
Los altos niveles inflacionarios afectan directamente al poder adquisitivo de los empleados con el salario que perciben, y complican a los empresarios en virtud de variaciones salariales, por eso, “hoy más que nunca es importante que las empresas miren hacia el salario emocional” que ofrecen a sus colaboradores, como lo señala HolmesHR.
“El salario emocional se trata de aquellas retribuciones no económicas que un trabajador obtiene alrededor de un trabajo, como horarios flexibles; equilibrio entre la vida laboral y personal; prestaciones y beneficios; reconocimientos, e incluso las capacitaciones, actualizaciones y el aprendizaje que se obtiene al realizar una actividad”. Agrega.
Para la fuerza laboral, el cuidado de la salud mental y el bienestar ha comenzado a posicionarse como una necesidad primaria dentro de los empleos, este derivado de la crisis generada por el distanciamiento social y la actual crisis mundial de salud, por lo que el acceder a prestaciones que permitan un desarrollo fuero de lo profesional, resulta en una actividad importante, no solo para los empleados, sino para las empresas y su retención de talentos.
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