La irrupción parece haberse convertido en una norma en nuestra vida diaria y se presenta en todo tipo de formas. El trabajo remoto es quizá el caso más representativo y, con las restricciones sociales, muchos de nosotros hemos optado por realizar reuniones de negocios y relacionamiento en línea. La pregunta es si esta modalidad puede convertirse en la nueva forma de hacer negocios y, por ende, si existe la necesidad de un nuevo código de vestimenta.
El presidente de Amazon, Jeff Bezos, dice que el personal brand (marca personal) es “lo que otros dicen de ti cuando sales de la reunión“, en esta época habría que actualizarlo a cuando sales del Zoom, donde parece que todas las normas sobre imagen personal se están rompiendo.
Hay una premisa cada vez mayor en relación de la marca personal, por ser auténtico, ser individual, aportando todo tu ser al trabajo y ofrecer una expresión más amplia de quién eres y tu ropa sin duda es una forma de expresarlo. Lo que uses, debe ser congruente y alineado con tu personalidad.
“El COVID-19 trajo consigo trabajo remoto, juntas virtuales y conferencias en línea. Si para ti esta dinámica laboral será ya permanente o la practicarás con intermitencia, debes pensar dos veces si te gana la tentación de laborar en pants o hasta en pijama porque la imagen profesional que proyectas, aunque sea digital, es importante”, dicen expertas imagen y estilo en la sección News+Media del sitio web de Dalia Empower.
“Estamos en esta cuarentena y la vestimenta se ha relajado, pero no por eso podemos quedarnos en pijama. Como dice el refrán: vístete de negocios para hacer negocios. Al final, la ropa juega con una parte de la psicología, es decir, tú como te sientas con la ropa que traes puesta, ésa es la actitud que vas a tomar en el día”, explica Rebeca Maccise, consultora de imagen y moda.
La teoría de la “primera impresión” persiste tanto en línea como fuera. Se hacen juicios instantáneos sobre ti y por ti, y el 68% de eso se basa en lo visual. Cuando la primera impresión es buena, demuestra que te tomas en serio tu papel, que eres creíble y conocedor. Una vez construida esa reputación y la mantengas con tus comportamientos, puedes comenzar a relajarte en tu forma de vestir, siempre y cuando permanezcas constante, relevante y apropiado.
La asociación entre competencia y vestimenta tradicional es una norma social. La invasión de la informalidad empresarial que comenzó con la vestimenta del viernes casual se ha vuelto aún más relajada con las compañías de tecnología, lo que permite a los empleados presentarse a trabajar en jeans y sudaderas.
Sin embargo, todavía hay una brecha entre nuestras nociones sobre profesionalismo y códigos de vestimenta relajados. Los estudios han demostrado que los trabajadores son calificados por otros como más competentes cuando usan vestimenta más formal. Otra investigación indica que nos comportamos de manera diferente y más productiva cuando nos vestimos de manera más profesional.
Es probable que los códigos de vestimenta comerciales impuestos se conviertan en cosa del pasado. Sin embargo, debemos tener en cuenta que la vestimenta casual causa un comportamiento casual.
Un juez del estado de Texas, tuvo que dar una palmada en la mesa después de las experiencias en sus últimas audiencias en línea, donde un abogado la atendió en su ropa deportiva y otro de plano debajo de sus sábanas. A partir de ese momento, el juez dijo que no aceptaría a ningún abogado que no se presentara de saco y corbata.
A pesar de los cambios en el lugar de trabajo debido a el COVID-19, vestirse profesionalmente aún tiene mucho valor y credibilidad. Al vestirse adecuadamente para las reuniones, ya sea en la oficina o mediante videollamadas, proyecta una imagen profesional y una comprensión de la cultura empresarial.
Estas son tres recomendaciones básicas para presentarse apropiadamente a una reunión de trabajo, particularmente a través de medios en línea:
- Considera a tu audiencia. Refleja lo que ves a tu alrededor y considera tu zona de comunicación: tu área física, así como de tu pecho hacia arriba.
- Pregúntate: ¿qué es lo que mi ropa está diciendo de mí? ¿qué quiero decir sobre mí?
- Fíjate en el entorno de tu llamada. ¿Quién destaca? ¿Qué colores están usando? Por ejemplo, los colores neutrales que pueden verse bien en persona, en la pantalla lucen apagados, por lo que es recomendable una nota de color. Elige un tono que lo equilibre y te permita destacar entre la multitud, por todas las razones correctas.
El mandato de una mayor equidad en el lugar de trabajo, estimulado por las leyes de no discriminación y la necesidad de retener a los trabajadores en un mercado laboral presionado, probablemente significará el final del código de vestimenta tal como lo conocemos. Sin embargo, existe un código de vestimenta completo y consta de dos palabras: vestirse adecuadamente.