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El impacto del coronavirus en las grandes marcas de deportes es indisimulable
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Puma y Adidas hablan de pérdidas millonarias en ventas
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Ya son más de 120 mil los afectados y cerca de 4.200 los fallecidos en todo el mundo
La epidemia de coronavirus, que comenzó a expandirse desde enero en China y que aún no encuentra fin, ya afectó a unas 120.000 personas en todo el mundo, con el saldo de más de 4.200 fallecidos (actualizado al 10 de marzo).
Los mercados se convulsionaron y las bolsas del mundo caen en picada desde hace días, con el agregado de una alteración inédita en la cotización del petróleo que terminó por conformar un escenario realmente preocupante.
En ese marco, las grandes compañías ya vienen advirtiendo que la caída de la actividad industrial y comercial las impactará en sus ingresos y ganancias. En algunos casos, sólo en el primer trimestre. En otros, ya hablan de un golpe que quedará para todo el 2020.
La casi paralización de todo movimiento en China por casi dos meses (ahora poco a poco ha comenzado a reactivarse) llevó a que los grandes fabricantes alemanes de ropa deportiva Adidas y Puma advirtieran sobre la gravedad de la situación en sus estados contables.
Puntualmente Adidas dijo que espera que las ventas del primer trimestre caigan alrededor de US$ 1.140 millones, sólo por los problemas en China; y que sus ganancias operativas caerán cerca de US$ 500 millones.
Puma, en tanto, ya no espera que las ventas vuelvan a la normalidad pronto, como había especulado a comienzos de febrero, cuando el coronavirus empezaba a expandirse. “Dada la duración de la situación en China y por el impacto en otros países asiáticos y la propagación a Europa y los Estados Unidos, lamentablemente tenemos que concluir que no se producirá una normalización a corto plazo”, dijo Puma en un comunicado a sus accionistas reproducido por CNBC.
La complejidad para estas marcas radica en que tanto Adidas como Puma venden casi un tercio del total en Asia. La región también es el principal centro de producción para las dos compañías.
Cuando el coronavirus comenzó a ser noticia, a finales de enero de 2020, Adidas habló de “un número significativo de cierres” de puntos de venta.
Al mismo tiempo, Nike, su principal competencia, también reconoció que tuvo que cerrar temporalmente la mitad de sus tiendas en el país de Xi Jinping.
En ese momento, Adidas hablaba de estar “experimentando un impacto negativo” y decía que era “demasiado pronto para evaluar el alcance”.
La realidad ha cambiado y si bien dijo que se advierte una “ligera mejora” en la actividad en China, el tráfico de compradores sigue siendo bajo. Además, no repuntan las ventas en Japón y ni en Corea del Sur.
Puma, en tanto, dijo que los mercados asiáticos como Singapur, Malasia, Japón y Corea del Sur, donde los turistas chinos viajan para comprar, estaban registrando una gran caída, y que en Europa muchas tiendas no estaban tendiendo ventas normales.
Antes de los cierres de tiendas de Adidas y Nike, Starbucks fue una de las primeras en reaccionar y clausuró temporalmente alrededor de 2.000 restaurantes en la zona central de China.
Apple, en tanto, ya confirmó que el brote afectó su cadena de proveedores y muy especialmente sus ventas en China, que ya estaban golpeadas por la guerra comercial.
Hace unas semanas, la mayoría de las grandes corporaciones decían que era demasiado pronto para evaluar el efecto financiero de la epidemia. Ahora, ninguna lo duda.
Si bien la cadena de proveedores de Adidas y Puma tuvo interrupciones, ambas ahora dicen que la mayoría de sus fábricas en China están operando nuevamente y que sólo esperan retrasos menores.