La definición oficial de la palabra Protocolo dice “Conjunto de reglas de formalidad que rigen los actos y ceremonias diplomáticos y oficiales”. Otra definición dice: “Conjunto de reglas de cortesía que se siguen en las relaciones sociales y que han sido establecidas por costumbre”.
A pesar de que somos un país con muchas tradiciones, que se realizan constantemente, en lo que respecta a los actos de ceremoniales diplomáticos y oficiales hemos tenido tantos cambios que es difícil saber qué se debe o no se debe hacer con un cargo oficial. Hablemos muy superficialmente de la embestidora del Presidente de la República.
No estoy segura de cuándo empezaron a cambiar sus protocolos, pero a pesar de que ciertos actos aún siguen la misma logística. Cada presidente ha llegado a instalar sus propias costumbres, sus propios gustos, algunos se quedaron, pero otros han estado cambiando con cada presidente que llega. Esto ha motivado a que las personas dedicadas al ceremonial y protocolo tengan que constantemente informarse. Deben actualizarse como puedan.
Pero hablemos de lo que más vemos cercano, hablemos de la otra parte de esta descripción del Protocolo: Relaciones Sociales. Ya sea en vida cotidiana, las buenas o malas costumbres que aun van evolucionando poco a poco se aplican de una u otra manera.
Los jóvenes de hoy han evolucionado sus relaciones sociales de una manera que otras generaciones no siempre aprueban. Por ejemplo, difícilmente escuchas a un joven hablarle de usted a una persona mayor. En contraste, nuestros padres nos decían que se debía hacer por respeto a la edad. Las nuevas generaciones consideran que si hay que ser respetuosos pero no lo dan por sentado. A veces compartimos sabiduría y pueden haber muchos jóvenes brillantes con conocimientos en áreas que superan los que tienen las personas mayores, pero ese respeto habla más de la experiencia de vida.
Hay frases que muchos padres repetimos a los hijos: “Cuando crezcas entenderás”. Como adultos, pensamos que sí nos lo dijeron nuestros padres y aun así no lo comprendimos.
Entonces, ¿qué hacemos con el protocolo social ahora? Antes a uno le decía cual es la manera correcta de vestirse para ser exitoso, pero hoy ves a un Mark Zuckerberg dando una conferencia o en una junta de trabajo con camiseta y jeans. Sin embargo, si tiene que ir a un acto oficial sí se pondrá un saco encima. ¿Cómo deciden qué es correcto y que no? ¿En qué lugar si y en que lugar no?
Además de la forma de vestir, hay una evolución en el momento de una comida. Desde el celular que vino a formar parte de un artículo más en la mesa, hasta algunos restaurantes que antes se consideraban como fine dining y están evolucionando a más Gastro-Bar. Especialmente en estos tiempos en los que aun no se permiten las discotecas ó bares, los restaurantes han pasado a ser de los lugares más buscados para entretenerse.
Pero volvamos al Protocolo, hoy no hay un solo “libro” para seguir las reglas como antes, hay perspectivas diferentes hablando de cada aspecto que ha cambiado. Encontrarás guías que te sugieren algunas reglas a seguir. La manera correcta de socializar y respetar a las personas, sobre todo en un ambiente laboral, es de suma importancia para la convivencia diaria. Especialmente en trabajos donde pasas mucho más tiempo que con tu misma familia.
No se tomen las cosas a la ligera, investiguen cómo se llevaba el protocolo en épocas pasadas, lean las actualizaciones y así tu mismo podrías establecer cómo mejorar tu manera de relacionarte socialmente en tu ambiente laboral, dandole tu toque de personalidad. Sígueme en mis redes @ginaalfeiran