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Sigue un estudiante de Harvard los pasos de Mark Zuckerberg y crea su propia app escolar.
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Genera controversia The FaceTag por las implicaciones éticas que su operación involucra.
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Usa el reconocimiento facial para conectar con amigos y compartir información personal.
La historia de The FaceTag es muy similar a la de uno de los CEO’s más ricos y controversiales del mundo: Mark Zuckerberg.
Yuen Ler Chow es un estudiante de primer año en la Universidad de Harvard que ya ha creado su primera plataforma virtual y, al igual que el dueño de Facebook en 2004, generó un revuelo mediático por las implicaciones éticas que su aplicación no podría estar contemplando.
Según ha contado Chow, a quien ahora llaman “El nuevo Zuckerberg”, le costaba tanto aprenderse los nombres y rostros de todas las personas a las que conocía en sus primeros días de clase, que se le ocurrió la idea de crear una red social basada en el reconocimiento facial.
Sin embargo, el tema de la privacidad ha hecho eco en la joven aplicación, pues críticos de esta tecnología han expresado su preocupación por el almacenamiento y uso de los datos biométricos que las plataformas obtienen.
Entre ellos se encuentra la profesora de Ciencias de la Computación Bárbara J. Grosz –fundadora del programa de ética informática en la Universidad de Harvard, Embedded EthiCS– quien espera que Yuen Ler Chow reconsidere las implicaciones que The FaceTag podría generar socioeconómicamente si llega a expanderse a nivel global como lo hizo Facebook.
Esto, ya que se ha demostrado que el reconocimiento facial es inexacto y puede identificar erróneamente los rostros de algunas personas, según sus rasgos genéticos.
¿Cómo funciona?
Como en todas las plataformas digitales, el usuario debe registrar sus datos en The FaceTag y, después, la aplicación les permitirá escanear su rostro y los de las demás personas que quieran agregar a su lista de amigos para intercambiar s información de contacto.
Con esta sea la forma estándar de conocer a alguien, dice el estudiante, se evita la fatiga de realizar todo el proceso de agregar manualmente los números y nombres de sus amigos, con la posibilidad de escribirlos mal.
Además, los estudiantes, para los que ahora está activa la aplicación, pueden ingresar su número telefónico, su cuenta de Instagram y la de Snapchat en The FaceTag, pero no como una opción, pues la plataforma no los deja decidir si quieren compartir esta información con una persona determinada o mantenerla oculta.
En cuanto a los perfiles, si se trata de uno privado se debe presionar “aceptar” antes de que otra persona pueda agregarte como amigo, mientras que si la cuenta es pública la información completa del usuario podrá ser compartida de forma automática al hacerse la coincidencia de rostros.
The FaceTag
- Yuen Ler Chow tardó una semana en codificar el proyecto y asegura que The FaceTag es resultado, 99 por ciento, de su trabajo y el restante de la colaboración que obtuvo de su compañero de cuarto.
- The FaceTag tiene poco más de 100 usuarios registrados y sólo está disponible, por el momento, para estudiantes de Harvard a través de la página web TheFaceTag.com.
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