Por León Felipe Sánchez Ambía
Correo electrónico: [email protected]
Twitter: lion05
¿Cuantas veces has hecho una propuesta a un cliente y te la ha rechazado sólo para después contratar a alguien más para que la desarrolle? ¿Cuantas veces has visto tu propuesta desarrollada por alguien más en forma muy similar a como la planteaste?
Es muy común que se diga “me robaron la idea” o “quiero proteger mi idea”. La Ley Federal del Derecho de Autor y la Ley de la Propiedad Industrial no protegen ideas. La primera protege la expresión materializada de estas y la segunda protege la aplicación industrial de las mismas, bajo diferentes figuras.
En este orden de ideas (sarcasmo) cuando tú presentas una propuesta a un cliente, tienes derechos sobre la misma desde el momento en que la has materializado. Si al final tu cliente decide que tu propuesta no merece su dinero pero sí merece ser desarrollada por su equipo de gente “creativa”, tú tienes una acción en contra de tu ex-cliente. Dependiendo del tipo de uso que haga de tu propuesta, las consecuencias pueden llegar hasta el pago de daños y perjuicios y el 40% de las ganancias que haya obtenido por la explotación de tu proyecto.
Ahora el otro supuesto. Tienes un empleado muy hábil que un buen día decide “independizarse”. Dentro de las primeras campañas que salen al aire por parte de esta nueva agencia hay una que te parece sumamente conocida. Por ejemplo: Sprint y Telcel.
Tu agencia desarrolló el concepto, la producción y la implementación de la campaña para Sprint y la de tu ex-empleado hizo lo (im)propio con la de Telcel. Si bien la implementación y la producción son diferentes, el concepto es el mismo. ¿Tienes alguna acción en contra de tu ex-empleado? El cambio “sutil” ¿es suficiente como para que no puedas hacer nada?
En este caso también tienes una acción en contra de esta persona. Si bien existen cambios en cuanto a la implementación y la producción, el guión es prácticamente el mismo. Así pues, en el mejor de los casos, si no se puede considerar un plagio de tu obra, puedes lograr algo acreditando que se trata de una obra derivada de la tuya. Además, también puedes intentar acciones en contra de esta persona por mutilar, modificar y alterar tu obra.
Son las Leyes de Mercado. Asesórese con su abogado.